"Una fiesta de la vida y de la justicia". Con estas palabras Mario Marazziti ha abierto, en nombre de la Comunidad de Sant'Egidio, la celebración ante el Coliseo iluminado por la abolición de la pena de muerte en Nuevo México.

Delante de los numerosos ciudados presentes, los huéspedes de honor de la jornada: el Gobernador de Nuevo México Bill Richardson, el Arzobispo de Santa Fe Mons. Michael Sheehan, la Hble. Gail Chasey, representante de Nuevo México y Viki Elky del Coordinamiento para la abolicón de la pena de muerte en Nuevo México, en Roma invitados por la Comunidad de Sant'Egidio. Les acompañaba también el Alcalde de Roma, Alemanno.

Mario Marazziti ha recordado otros motivos para festejar en el lugar donde empezó la campaña "Ciudades por la vida - Ciudades contra la pena de muerte" (de la que participan  ya más de 1000 ciudades del mundo): también Gabón y Burundi estan revisando su sistema judicial para abolir la pena de muerte. "Roma ha ofrecido el Coliseo y es amiga de Nuevo México".

El Gobernador Richardson se ha manifestado honorado por haber podido trabajar por la abolición de la pena de muerte en Nuevo México, que hoy es el decimoquinto estado que la ha eliminado de su legislación, y el primero de los estados del Oeste. Richardson ha explicado los motivos que han motivado la acción del legislador en su estado: es un castigo inhumano, que condena a muerte casi de forma exclusiva a quién pertenece a una minoría, y frecuentemente existen los errores judiciales (en el último año han salido a la luz 130 casos). Pero también otras consideraciones se han tenido en cuenta: en Nuevo México la alternativa a la pena de muerte es ahora la cadena perpetua sin reducciones y -entre otros- la pena de muerte es más costosa que la cadena perpetua. El Gobernador finalmente ha agradecido "el Papa, Italia, la Comunidad de Sant'Egidio" por haber abierto la vía y mostrado el camino para la abolición de la pena de muerte.
 
El Arzobispo de Santa Fe Mons. Michael Sheehan ha citado la importancia simbólica del Coliseo, el lugar donde hace 2000 años los cristianos eran asesinados por los leones, mientras que hoy los cristianos han vencido la muerte porque defienden la vida.

En el recuerdo que la abolición de la pena de muerte es una buena opción para la humanidad, Mons. Sheehan ha añadido que se debe combatir siempre por la vida y su respeto, como enseña la Iglesia y como siempre ha afirmado el papa. Concluyendo su salutación el Arzobispo ha agradecido a la Comunidad de Sant'Egidio por haber "puesto en práctica las palabras de la Gaudium et Spes".
 
Gail Chasey ha recordado el largo camino realizado, a partir del 1997, por la abolición de la pena de muerte en Nuevo México; ha subrayado como se asiste hoy al resultado del trabajo y de un intenso compromiso de muchos: "Cada persona que se añade a la lucha contra la pena de muerte hace la diferencia".
 
Viky Elki ha recordado el trabajo común de los últimos años para que llegase este día y ha expresado su agradecimiento a todos y en particular a la Ciudad de Roma y a la Comunidad de Sant'Egidio.

También ha a tomado la palabra el Alcalde Alemanno que ha declarado que cada Estado que decide abolir la pena de muerte significa un paso adelante para cancelar esta verguenza. Afirmando que la violencia siempre tiene que ser derrotada pero que la violencia de los Estados es una ignominia, el Alcalde ha manifestado que la Ciudad de Roma estará cerca de todos los Estados que decidan abolir la pena de muerte, y finalmente ha agradecido a la Comunidad de Sant'Egidio "que nos despierta y no nos deja bajar la atención sobre estos temas".

Mario Marazziti ha pedido después a los presentes un momento de silencio para recordar las víctimas de la pena de muerte, seguido por una pieza interpretada por el saxofonista Stefano Di Battista. Al finalizar, el deseo y la esperanza que surge de la celebración: que la esperanza manifestada por el Coliseo iluminado contagie al mundo entero a través de la adhesión de todos a la abolición de la pena de muerte.

La delegación de Nuevo México llegó a Roma el día anterior, y participó en la oración vespertina de la Comunidad. Durante la mañana tuvo la audiencia con el papa y seguidamente un encuentro con la prensa en la sede de la Comunidad de Sant'Egidio.