Centenares de personas participaron el viernes 22 de octubre en la oración ecuménica organizada por la Comunidad de Sant'Egidio, en la estación Metro Anagnina, lugar donde fue golpeada Maricica Hahaianu.
Ante el uso frecuente de la violencia entre los jóvenes y la indiferencia de quien pasa de largo ante una persona herida, la oración presidida por don Gino Bolchini, párroco de San Gaudenzio, y por el padre Augustin Georghiu de la Iglesia Ortodoxa de Rumanía, fue un signo importante para aquellos que quieren abandonar no sólo la violencia sino también la indiferencia y construir una ciudad más humana.
Al finalizar la oración, se ha plantó un olivo, como símbolo de la voluntad de hacer crecer un clima de no violencia y de solidaridad en la ciudad de Roma. |