Noticias de la casa de acogida de Butare, en Ruanda
11 de febrero de 2011

La vida en la calle es ya sólo un lejano recuerdo para los 14 jóvenes que, con la ayuda de las adopciones internacionales, viven en la casa de acogida de la Comunidad de Sant’Egidio de Butare, en Ruanda. Habían perdido el vínculo con sus familias a causa de la inestabilidad política, el desplazamiento de la población y le violencia recurrente. La casa de la Comunidad de Butare había sido, para todos ellos, una salvación en un contexto indescriptible: un lugar cómodo y rico en calor humano. 

Este año todos –excepto uno, el más joven, que todavía va a la escuela primaria– han aprobado con nota los exámenes de la educación primaria y se han inscrito en centro de educación secundaria.

Incluso los maestros se sorprendieron de un éxito escolar tan abrumador. Poca gente creía que su vida pudiera cambiar tan radicalmente.

Las adopciones a distancia han permitido reconstruir a su alrededor una familia que ha mantenido la esperanza en ellos y ha soñado en su futuro.

Hoy esos sueños empiezan a hacerse realidad. También el sueño de ser jóvenes que comunican y trabajan por la paz. En este espíritu, han empezado a ocuparse ellos mismos, junto a otros jóvenes de la Comunidad de Sant’Egidio de Butare, de los –muchos– niños que todavía viven en la calle en su ciudad.

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