Sin trabajo
La falta de trabajo es un problema que atraviesa al mundo de la calle, pero hay personas que no son ni alcohólicos ni toxicodependientes, ni tienen antecedentes penales o impedimentos físicos o síquicos. Sencillamente, están dramáticamente desocupados.
Son personas que han llegado a la calle porque han perdido el trabajo. Muchos de ellos explican que, en el momento de necesidad, no han tenido ayuda de la familia, ni un mínimo de seguridad económica necesaria para sobrevivir hasta conseguir una nueva actividad laboral. Desgraciadamente es un itinerario del que no es fácil salir: tener una ocupación, aunque sea precaria, es una de las garantías para el mantenimiento de un domicilio y viceversa, no tener una casa hace casi imposible poder encontrar un trabajo o conservarlo.