TIRANA - "Hoy hay algo que nos preocupa: la difusa resignación a padecer la historia de violencia, terrorismo y guerra, como fenómenos imparables. Como si la paz fuera una utopía que se perdió el siglo pasado". En la inaugración del encuentro "La paz siempre es posible", el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi, lanza su grito de alarma ante el "fracaso" de la comunidad internacional y la renuncia de la opinión pública a reaccionar ante los conflictos en curso. Pone el ejemplo de Siria: "Hace más de cuatro años que se muere cada día como resultado de los disparos de una guerra terrible, que ya dura más que la Primera Guerra Mundial. Y yo me pregunto: ¿dónde está un movimiento por la paz en Siria? ¿O en los países árabes? ¿O en Europa? ¿O en el Mediterráneo? La pasión por la paz parece haberse agotado". Pero –afirma Riccardi– no nos podemos resignar frente a la guerra: "Los sirios llegan a Europa. Solo recuperar la paz en Siria y en Iraq podrá hacer que se queden en su tierra. Los sirios, al igual que otros refugiados por la guerra o por desastres medioambientales, dejan sus tierras. ¿Quién tiene derecho a detenerles?".
Y el sentimiento de resignación interroga también a las religiones: "¿No tienen que abrir las religiones un discurso más fuerte sobre la paz y su valor? –se pregunta Riccardi–. Algo debe desbloquearse en el mundo de las religiones: ante la demanda de paz de muchos pueblos, ante los refugiados que llaman, ante las teologías de la violencia. La autorreferencialidad de los creyentes significa que el espíritu está dormido. Las religiones deben expresar la rebelión de la conciencia moral contra la violencia y el mal. La violencia mata al hombre, pero antes destruye su humanidad y su alma religiosa". Pone el ejemplo de muchos europeos, que estos días se han "desbloqueado" yendo a ayudar a los refugiados, a pesar de los muros y las protestas populistas: "La religión crea, en el amor, un lazo con el otro. Por eso es necesario que las diferentes familias religiosas se encuentren y dialoguen con los no creyentes y los humanistas". |