"Derecho a no sufrir, derecho a no ser abandonados, derecho a estar en nuestra casa y derecho a la verdadera dignidad": estos son los cuatro derechos que pueden ser terreno común entre creyentes y no creyentes para defender la vida. Lo ha dicho Leonardo Palombi, de la Comunidad de Sant'Egidio, en su intervención en la mesa redonda titulada "El valor de la vida frágil" del encuentro interreligioso "La valentía de la esperanza".
Palombi ha añadido: "Una cierta cultura del rechazo obtiene su fuerza de la idea que los ancianos –y más en general aquellos que sufren situaciones crónicas invalidantes– son un desecho improductivo cuando no un peso que recae sobre los hombros de la mayoría. No nos damos cuenta de que ese es nuestro rostro, nuestro destino". Para terminar Palombi dijo: "No se puede abolir la debilidad o la enfermedad como una eutanasia más o menos explícita, como ya sucede en Europa y en Italia. O con lo que el papa Francisco ha llamado la eutanasia oculta”. |