"El encuentro entre los jóvenes y los ancianos es el futuro de un pueblo".
Con estas palabras el papa Francisco se ha dirigido a los ancianos reunidos en San Pedro para la gran jornada de fiesta y de oración organizada por el Pontificio Consejo para la Familia, "La bendición de una larga vida", que ha reunido a miles de ancianos en la plaza de San Pedro.
En el centro de la anteiglesia, junto al altar, el gran icono de presentación de Jesús al templo, destaca las palabras del Papa, que quiso que estuviera en el centro del encuentro de las familias, porque, como había dicho, "demuestra el cruce de tres generaciones". VE AL DISCURSO COMPLETO
Tras el emocionante abrazo entre el papa Francisco y el papa Benedicto, en una plaza de San Pedro llena a rebosar se han sucedido parlamentos y testimonios, entre los que ha habido el de una pareja de refugiados de Irak y el de Antonia, romana, acompañada por un joven de la Comunidad de Sant'Egidio que, como ella misma le ha dicho al Papa, va a visitarla cada semana: " Los días me parecían vacíos, todos iguales, me sentía inútil –ha dicho Antonia–. Lo que me ha ayudado a continuar viviendo, a no decaer, es la oración... es la gran fuerza que me ayuda a ir a encontrar a los demás... es también un servicio, porque incluso el más débil, con la oración, puede ayudar a los demás: a los enfermos, a los pobres, a quien sufre la guerra...".
"Los ancianos, los abuelos, tienen la capacidad de comprender las situaciones más difíciles: es una gran capacidad. Y cuando rezar por esas situaciones, su oración es fuerte, es poderosa", ha replicado el papa Francisco, que ha añadido: "Ir a encontrar a un anciano hace mucho bien. Fijaos en nuestros jóvenes: a veces vemos que están desganados y tristes. Pero cuando van a ver a un anciano, se vuelven alegres". VE AL TEXTO DEL DISCURSO DEL PAPA
Al finalizar la homilía, el papa Francisco vuelve a insistir en la importancia de la alianza entre las generaciones y termina con estas palabras: "La Virgen María nos enseña el camino: el camino en el que se encuentran los jóvenes y los ancianos. El futuro de un pueblo supone necesariamente este encuentro: los jóvenes dan la fuerza para que el pueblo avance y los ancianos robustecen esta fuerza con la memoria y con la sabiduría popular". VE AL TEXTO DE LA HOMILÍA
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