Los Jóvenes por la Paz de Malawi prosiguen su camino y se preparan para entrar en el Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco. El pasado 7 de noviembre se reunieron en Blantyre más de 1.000 jóvenes provenientes de varias escuelas secundarias de la ciudad para vivir con Sant'Egidio una jornada titulada: "Por un mundo pacífico y lleno de misericordia".
Por la mañana ochenta niños y jóvenes que viven en las calles de la ciudad fueron acogidos por los jóvenes en la sede de la Comunidad para comer juntos y hacer una fiesta. Por la tarde, en el anfiteatro del Centro Cultural de Blantyre, un encuentro con discursos, testimonios, música y teatro cerró la jornada.
En Blantyre los "street kids", los niños de la calle, son muchos, demasiados. Muchos de ellos van cada día desde las periferias de la ciudad hasta el centro para pedir limosna y encontrar algo que comer. A veces en su casa no hay comida para todos, otras veces la violencia y la pobreza hacen que la calle parezca un lugar mejor del que en realidad es. omiendo con los Jóvenes por la Paz estaban también tres niños, Chifunilo, Joseph y su hermana Sara. Hace algunos meses Chifunilo, estando en la calle, se quemó durante un juego que terminó mal, y los amigos de los Jóvenes por la Paz le curan las heridas desde hace ya un tiempo. Cada semana Chifunilo, Joseph y Sara –junto a otros niños– esperan la visita de los Jóvenes de Blantyre.
Dentro de pocos meses, con la inauguración de la nueva sede de la Comunidad de Sant'Egidio, tendrán una casa más grande y hermosa para prepararles una comida aún mejor y donde podrán también ducharse. Al finalizar la jornada se presentó la canción con la que los Youth For Peace Malawi participan en el Concurso "Sounds fo Peace 2015", y que lleva por título "Solo el amor puede cambiar el mundo". En Blantyre, un poco, el mundo de los niños de la calle ya ha empezado a cambiar. |