Premio Wallenberg a la Comunidad de Sant'Egidio por su trabajo contra toda forma de racismo y por su acogida de los refugiados

En Hungría la Asociación Raoul Wallenberg y el Ministerio de Recursos Humanos otorga un premio a asociaciones civiles, personalidades y comunidades eclesiales que trabajan a favor de los grupos sociales excluidos, contra los prejuicios y toda forma de racismo.

La fecha de la entrega recuerda el día –17 de enero de 1945– en el que se perdió la pista de Raoul Wallenberg, diplomático sueco que salvó a miles de judíos de Budapest durante la Shoá.

Este año el premio se ha concedido a Peter Szoke, en calidad de responsable de la Comunidad de Sant’Egidio. Su candidatura ha recibido el apoyo del cardenal arzobispo de Budapest, Péter Erdo.

 

En la motivación del premio, el comité destacó la actividad de solidaridad que ha llevado a cabo junto con la Comunidad de Sant'Egidio, a favor de las personas sin techo, los ancianos que viven en residencias, los gitanos, así como el intenso trabajo para fomentar una cultura de la paz entre los jóvenes, con conferencias, marchas en recuerdo de la deportación de los judíos, la conmemoración del Porrajimos y del homicidio de Kisléta, uno de los episodios más graves de antigitanismo que han tenido lugar en Hungría.

Además, se ha dado especial importancia al trabajo de la Comunidad de Sant'Egidio durante el verano de 2015 para acoger y ayudar a los refugiados.

En la ceremonia estaban presentes dos supervivientes del Holocausto, Béla Varga y Éva FAhidi, que, a pesar de su avanzada edad, colaboran con Sant'Egidio hablando a los jóvenes en primera persona sobre el exterminio de los judíos.