La Iglesia es vuestra casa: el Jubileo de la Misericordia con las personas sin techo de Pretoria (Sudáfrica)

En Pretoria, capital de Sudáfrica, la Comunidad de Sant’Egidio, en colaboración con la archidiócesis, ha organizado el Jubileo de la Misericordia para algunos cientos de personas sin techo que viven en la calle. La población de las ciudades sudafricanas aumenta de manera exponencial cada año. Se calcula que en Pretoria viven más de 3 millones de personas y en Johanesburgo, 9 millones. Muchos no tienen casa en estas grandes ciudades. Son mayoritariamente inmigrantes internos que van de las zonas rurales a las grandes ciudades en búsqueda de trabajo, pero también hay refugiados de otros países que b buscan allí un futuro mejor. En Pretoria se calcula que hay unas 70.000 personas sin techo, y más aún en Johanesburgo. Se trata de estimaciones, no de datos comprobados, pero el fenómeno aumenta con fuerza.

La vida no es fácil para ellos. Hace poco se han producido expresiones de racismo y xenofobia que han terminado en actos de violencia contra los pobres y los refugiados.

La Comunidad de Sant'Egidio de Pregoria y Johanesburgo lleva la cena a muchas personas dos veces por semana, en un espíritu de amistad y acogida. Participan muchos jóvenes que descubren así la alegría de la caridad.  Por eso pensaron en el año de la Misericordia como un momento de fiesta y también de oración. Invitaron a muchas personas a las que la Comunidad conoce y también a las que viven en la calle en el centro de la ciudad. Muchos tenían miedo de entrar en la iglesia porque iban sucios y porque hacía mucho tiempo que no entraban en una iglesia. Pero el arzobispo William Slattery los recibió con estas palabras: "Aquí sois bienvenidos, la Iglesia los quiere y estas es vuestra casa". La oración fue un momento emocionante y de alegría y cantos.

Luego todos fueron invitados al "banquete de la Misericordia" que la Comunidad organizó con la ayuda de varias parroquias y personas de buena voluntad. Entre cantos y buena comida estuvieron en la mesa distendidamente en un clima familiar y al finalizar todos recibieron una manta, un regalo muy valioso en el clima frío de este invierno en Sudáfrica.