El 25 de octubre un enésimo terremoto sacudió Indonesia y provocó un tsunami que afectó las islas Mentawai, un pequeño archipiélago situado frente a la costa occidental de Sumatra.
La ola anómala provocó la muerte de unas 400 personas y destruyó decenas de pueblos, en gran parte habitados por cristianos y ya muy pobres.
Las Comunidades de Sant’Egidio indonesias pusieron en marcha de inmediato una recogida de fondos para enviar ayuda de emergencia.
Arroz, leche en polvo, ropa y medicamentos fueron enviados a Padang, capital del distrito, desde donde llegaron a las islas Mentawai.
En las islas viven muchos niños adoptados a distancia a través de la Comunidad de Sant’Egidio. Todos están bien aunque sus casas han quedado dañadas por el terremoto.
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