La “Fiesta del Convivir”, organizada por la Comunidad de Sant’Egidio en el barrio del Raval, ha contado con la participación de muchos ancianos y jóvenes inmigrantes.
Fue una fiesta para encontrarse, para conocerse, en el corazón de Barcelona, en uno de los barrios más viejos y ricos en historia, donde viven muchos ancianos y, recientemente, muchas familias inmigrantes provenientes sobre todo de Pakistán, Bangladesh, India y Marruecos (hoy los extranjeros son casi el 50% de la población del barrio).
Un almuerzo y una fiesta han sido la ocasión para hacer nuevas amistades y para tejer redes de solidaridad que ayudan a todos: ancianos y jóvenes extranjeros.
Manuela, una anciana del barrio, estaba contenta de haber hecho amistad con Rahma, una joven inmigrante: “Ahora –dice–, cuando nos encontremos por la calle nos podremos saludar”.
Conocer a los demás y entablar amistad hacen posible la convivencia, dan nueva vida al barrio y rompen el muro de soledad y de desconfianza en el que a menudo viven los “viejos habitantes”. Carme, que tiene 83 años y forma parte del Movimiento “Viva los ancianos”, hablando sobre la convivencia con los extranjeros dijo: “juntos, con la amistad, somos una gran fuerza de paz y de humanidad para nuestro barrio".
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