La Comunidad de Sant’Egidio ha hecho memoria de la noche de los cristales rotos junto a una representación de la Comunidad Judía de Barcelona. Una marcha silenciosa por las calles del antiguo barrio judío se ha terminado delante de la Basílica de los Santos Mártires Justo y Pastor.
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 es conocida como la noche de los cristales rotos (Kristallnacht). Se quemaron más de 1.000 sinagogas, principalmente en Alemania y Austria, y se recuerda como el inicio de la deportación masiva de los judíos europeos a los campos de concentración y exterminio nazis.
Un grupo de jóvenes se encontró con Jaime Vándor, superviviente de la deportación de los judíos de Budapest, y con Jorge Burdman de la Comunidad Judía de Barcelona.
Su testimonio acercó la memoria y el clima de aquellos terribles días y trazó un camino de esperanza para el futuro: “La memoria viva y comprometida de la nuevas generaciones es fundamental para no repetir los errores del pasado” – señaló Jorge Burdman. “Para poder construir un futuro sin racismo ni violencia es una gran esperanza encontrar una generación que está convencida de vencer el mal con la fuerza del bien oponiéndose a cualquier forma de pequeña y gran violencia".
La marcha silenciosa fue encabezada por estos jóvenes a los que se unieron otras generaciones y particularmente representantes del movimiento “Gente de paz” y de la “Escuela de Cultura e idiomas de la Comunidad de Sant’Egidio”.
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