"La llegada a Roma de los primeros supervivientes del naufragio de Lampedusa, cuarenta días después de la tragedia que protagonizaron en el Mediterráneo, es una buena noticia que confirma el compromiso que en su momento adquirió el alcalde Ignazio Marino y la concejala Rita Cutini; no obstante, ello no basta para dar cumplimiento al deber de solidaridad y de acogida que toda la comunidad nacional debe asumir ante aquellos –y son miles– que huyen de guerras y de carestías esperando encontrar en Europa mejores condiciones de vida para ellos y para los suyos". Así se expresó el presidente de la Comunidad de Sant'Egidio Marco Impagliazzo comentando la llegada a Fiumicino de un primer contingente de refugiados.
“En estas semanas –continuó– los desembarcos han continuado con una frecuencia dictada por la desesperación, y no solo en Lampedusa, de manera que Sicilia entera ya no puede acoger a todos los inmigrantes y solicitantes de asilo. La situación de superpoblación de los centros de acogida es preocupante. Sabemos –afirmó por último Impagliazzo– que hay otros alcaldes que están dispuestos a acoger a los inmigrantes en sus municipios, y pedimos a las autoridades competentes que respondan a las peticiones que ya les han llegado. Nos dirigimos también a los demás alcaldes para que hagan también su parte. No acoger significa no gobernar el fenómeno de la inmigración”.
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