En ocasión del Consejo Europeo que se celebrará los próximos 19 y el 20 de diciembre la Comunidad de Sant'Egidio pide a los representantes de los países europeos que reflexionen sobre la gran tragedia siria que se produce a pocos quilómetros de las fronteras europeas.
En el momento actual ni la Unión Europea ni los gobiernos de los países que la forman parecen querer medirse con el drama de más de 2 millones y medio de refugiados que han huido de la guerra siria buscando refugio en los países limítrofes (Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto), tras haber perdido a sus seres queridos y los bienes que tenían.

Hoy, solo en el Líbano, aproximadamente 1 millón 300 mil refugiados sirios sobreviven entre mil dificultades en campos de refugiados muchas veces improvisados y en un momento de intenso frío. Líbano, un pequeño país que siempre ha sido estratégico en las relaciones entre Europa, Oriente Medio y el norte de África, ha visto cómo su población aumentaba en un 20% y corre el riesgo de verse arrastrado por las consecuencias de la guerra que se libra en sus fronteras.
Ante las elevadas cifras de la tragedia siria la Unión Europea ha aceptado hasta el momento acoger en su territorio solo a 12 mil refugiados, en gran parte en Alemania y Suecia, y en cantidad muy reducida en otros 7 países. Los restantes 18 países de la Unión no se han prestado a acoger a ningún refugiado.
Se trata del 0,48% del total de los sirios que huyeron de su país hasta octubre de 2013.
Son cifras irrisorias que dan la escandalosa medida de lo poco que los estados europeos consideran que les atañe lo que pasa más allá de sus cercanas fronteras.

Si Líbano termina desestabilizándose a causa de la crisis siria, la misma Europa sufriría las gravísimas consecuencias.
Italia, concretamente, no ha ofrecido ningún asentamiento, aunque este país registra una gran parte de los desembarcos de refugiados provenientes de las costas del norte de África.
Entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de 2013 desembarcaron en Italia unos 42.000 refugiados y de ellos unos 11.500 eran sirios que huían de la guerra, que, además, sobrevivieron a los peligros del mar. Se calcula que solo en octubre de 2013 al menos 650 refugiados (entre los que había muchos eritreos, sudaneses y etíopes) murieron en el mar intentando llegar a las costas italianas.
Son pocos los refugiados sirios que han logrado obtener protección de las autoridades italianas: 660 en total, entre noviembre de 2013 y octubre de 2013. Los refugiados sirios que desembarcan en Italia al cabo de pocos días continúan su viaje, a menudo muy accidentado, hacia otros países europeos y no se detienen en el territorio italiano.
La Europa de los derechos humanos prepara procedimientos de asilo cada vez más normativizados, pero cierra las puertas a los que podrían, con todo derecho, ser los destinatarios de dichos procedimientos. Los beneficiarios de las acciones de realojamiento pueden esperar más de Estados Unidos que de la cercana Europa.  Tras la petición de Malta de realojar a parte de los refugiados que llegaron a la isla en otros países, le siguieron en el periodo 2008-2012 solo 596 realojamientos en Europa y más del doble en Estados Unidos.
Cerrar Europa no es una medida que se pueda justificar ni siquiera por el alto número de peticiones de asilo, que en realidad disminuyeron en un 27% entre 2001 y 2012. En 2001 pidieron asilo a la UE 450 mil personas mientras que en 2012, que registró un leve aumento respecto al año anterior, solicitaron asilo 330 mil personas.
No existe la tan temida invasión.
Los desafíos que le esperan a Europa y a Italia, que por otra parte asumirá la responsabilidad de la Presidencia de la Unión en el segundo semestre de 2014, en el ámbito de la acogida de los refugiados y de la protección de los derechos humanos de los refugiados, no están recibiendo por el momento una respuesta adecuada.
Son necesarias respuestas adecuadas con perspectivas del futuro que nuestro continente quiere construir y a la relación de Europa con África y con Oriente Medio.

Por eso pedimos:
A) Que se multipliquen significativamente los ofrecimientos de realojamiento de refugiados sirios, eritreos, sudaneses y etíopes, pidiendo asimismo a los países miembros de la Unión que asuman su responsabilidad humanitaria; el Alto Comisariado de los refugiados pide que en 2014 se admitan en Europa al menos a 30 mil refugiados sirios de los campos de refugiados.

B) Que la eventual no disponibilidad de un país miembro en acoger a refugiados tenga formas de compensación adecuadas en forma de recursos económicos y de medios para que puedan ser acogidos en otros países;

C)  Que se valoren –y en la medida de lo posible, que se interpreten de manera benévola– las disposiciones habituales en el ámbito de la inmigración de manera que se pueda responder también a través de estas a las necesidades humanitarias de los refugiados. Se podría abrir la posibilidad de que personas a título individual, familiares, parientes, organizaciones humanitarias, asociaciones y organizaciones activas en el ámbito de la inmigración y el asilo pudieran ofrecerse como patrocinadores. De ese modo se podría autorizar la entrada regular de la persona patrocinada.

D)  Que en los procedimientos de entrada por reagrupación familiar y –cuando se haya previsto– en el ámbito de las cuotas de nuevas llegadas por motivo de trabajo, se introduzcan medidas administrativas para facilitar el proceso y se deroguen los requisitos económicos y de vivienda, para facilitar su uso a favor de los refugiados provenientes de las zonas de emergencia humanitaria.

E)  Al Gobierno italiano, que acaba de aprobar el decreto de flujos por motivo laboral para el año 2014 con una cuota de 17 mil plazas, le pedimos que complemente con un nuevo decreto este número para permitir que entren en Italia cuotas significativas de trabajadores extranjeros provenientes de zonas en crisis humanitaria, como los sirios, los eritreos, los somalíes, los  etíopes, los afganos y otros que se  encuentren en países distintos de los suyos.