“Nadie se salva solo. Esto es importante, nadie se salva solo. Somos comunidad de Creyentes,Pueblo de Dios. En la comunidad experimentamos la belleza de compartir la experiencia de un amor que nos precede a todos, pero que al mismo tiempo nos pide ser “canales” de la gracia los unos por los otros, a pesar de nuestros límites y nuestros pecados. La dimensión comunitaria no es sólo “un marco”, un “contorno”, sino que es parte integrante de la vida cristiana, del testimonio y de la evangelización. La fe cristiana nace y vive en la Iglesia y, en el Bautismo, las familias y las parroquias celebran la incorporación de un nuevo miembro a Cristo y a su cuerpo que es la Iglesia".
Audiencia General, 15 de enero de 2014 |