Una delegación de la Comunidad de Sant'Egidio ha ido a Chipre en el marco de las buenas relaciones con la Iglesia ortodoxa y con el Estado, que empezaron con la oración por la paz de 2008 en la isla y continuaron con una serie de visitas a Roma y a Nicosia y con la firma del Acuerdo de Sede.
La delegación con el presidente de Sant'Egidio Marco Impagliazzo se reunió con el presidente Anastasiades, el ministro de Exteriores, Kassoulides y el arzobispo Crisóstomo.
Abordaron entre otros los temas de la situación de Oriente Medio y especialmente de Siria y de Irak y la situación dramática de muchos cristianos en aquellas regiones. Decidieron estrechar la colaboración entre Chipre y Sant'Egidio para apoyar a los cristianos de Oriente Medio, y para desarrollar el diálogo interreligioso por la paz y para contrarrestar la islamofobia en Europa. También se anunció la participación y el apoyo de la Comunidad de Sant'Egidio en la reparación de algunas iglesias en ruinas de la zona ocupada de la isla donde todavía viven pequeñas comunidades cristianas.
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