HAY GENTE QUE NO TIENE CON QUÉ VESTIRSE
Muchas personas no tienen con qué vestirse en el sur del mundo e incluso en el norte del mundo. Por eso, la Comunidad recoge prendas de vestir: ropa en buen estado, adaptada a cada persona, a la situación, al clima.
Los vestidos son seleccionados y después distribuidos en los Centros de acogida de la Comunidad, o incluso directamente: "en la calle " a las personas sin casa, a los ancianos pobres, a los gitanos, a los enfermos en las hospitales o a los detenidos.
Una parte de los vestidos recogidos se envía a los países pobres, o afectados por catástrofes naturales o por cualquier otro tipo de emergencia; allí son distribuidos directamente por la Comunidad o por la Caritas local y por los misioneros que la Comunidad sostiene.
En 1999 la Comunidad envió y distribuyó 12 toneladas de vestidos, seleccionados uno a uno, en Albania para los prófugos kosovares, en el Sur de Sudan para las poblaciones afectadas por la carestía y por la guerra, en Nicaragua para las víctimas del huracán Mitch, en Grecia y en Turquía para las víctimas del terremoto.
En 2000, en Roma, se distribuyeron 60 toneladas de vestidos.
Se aprovecha incluso lo que no puede ser distribuido porque se encuentra en pésimas condiciones: se vende y el dinero conseguido es utilizado para comprar sábanas nuevas, mantas, etc., y para pagar los gastos de envío de la ropa al extranjero.