Organizaciones italianas dicen que es "día triste" por expulsión refugiados

Varias organizaciones cristianas italianas aseguraron que hoy es "un día triste", después de que el primer contingente de solicitantes de asilo hayan sido expulsados de territorio europeo hacia Turquía.

"Hoy es un día triste por esta expulsión de algunos cientos de personas de Grecia a Turquía", dijo el presidente de la asociación humanitaria católica de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo, junto a Luca Maria Negro, presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia.

Por su parte Negro animó a los Estados europeos y a la sociedad civil a tender corredores humanitarios para proporcionar a los demandantes de asilo una vía segura para alcanzar suelo comunitario.

Para Impagliazzo, "asistimos a un pequeño fracaso, la falta de solidaridad que en realidad es un principio decisivo y determinante en la Unión Europea (UE) hacia quien necesita protección internacional humanitaria".

"Hoy Europa ha derogado sus responsabilidades que provienen de una historia, una tradición, de unos tratados, de unos principios fundacionales sobre los que está fundada la Unión, entre ellos la defensa del derecho y del principio de solidaridad", dijo.

Grecia comenzó hoy el proceso de deportaciones de migrantes desde las islas del Egeo oriental a Turquía previstas por el acuerdo UE-Turquía con el envío de los tres primeros barcos con 204 personas a bordo.

El presidente de Sant'Egidio actualizó hoy los resultados del proyecto de corredores humanitarios impulsados por varias organizaciones cristianas, entre ellas la suya, en colaboración con los ministerios de Exteriores e Interior de Italia.

La idea es proporcionar a solicitantes de asilo en situación de vulnerabilidad que residan en campamentos de Líbano, Marruecos y Etiopía una vía segura hacia Italia, ofreciéndoles un visado, pagándoles el viaje y asesorándoles ya en suelo italiano para que puedan optar al estatus de refugiado.

La iniciativa, por el momento, ya ha llevado a Italia a 97 inmigrantes, entre ellos 43 menos de edad, y antes de que acabe el mes de abril se espera la llegada de otros 150 solicitantes de asilo.

Impagliazzo animó a los Estados europeos y a las asociaciones laicas y religiosas a emular este programa que, a su juicio, es fácilmente emulable y no incide en los balances económicos de los países, puesto que se hace con la contribución de la sociedad civil.


[ EFE ]