| 28 Diciembre 2014 |
El Papa despierta expectación con sus palabras y sus gestos en un año de transición para la Iglesia española marcado por los cambios en su cúpula |
2014: el año de Francisco |
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La figura del papa Francisco se agranda poco a poco. Y especialmente un estilo que sorprende dentro y fuera del Vaticano. En el resumen del 2014 sus palabras y sus gestos ocupan un lugar destacado en la actividad de la Iglesia, también a nivel local.
El sueño conciliar. Lo dijo en Barcelona el fundador de la comunidad de Sant Egidio, Andrea Ricciardi: "Francisco encarna la recuperación del sueño conciliar". Son muchos los frentes donde ha incidido. El último: su exitosa mediación ante Estados Unidos y Cuba para facilitar el desbloqueo. Antes lo intentó al propiciar un encuentro entre israelíes y palestinos. No ha dudado en condenar de forma radical el fanatismo y el Estado islámico (y la persecución de los cristianos en Iraq y Siria), ni para denunciar la vergüenza que representan las muertes de inmigrantes junto a la isla de Lampedusa. En el orden interno de la Iglesia está socavando también algunos cimientos. Basta con leer su última alocución sobre "el catálogo de las enfermedades y tentaciones curiales que debilitan nuestro servicio al señor". Y especialmente su condena taxativa de los casos de pederastia, admitiendo incluso haber pecado por omisión. Su intervención en el caso de los abusos de Granada, en contacto telefónico con uno de los afectados dejó en una difícil posición al obispo de Granada. Este año ha publicado su primera carta encíclica sobre el tema de la fe, la Lumen fidei.
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