Ostia (Roma): 400 cometas afganos en el cielo de Ostia dicen no a la intolerancia, acercando a pueblos y culturas
12 de julio de 2009
La tarde del domingo 12 de julio el cielo de Ostia se llenó de colores: más de 400 cometas levantaron el vuelo gracias a las manos expertas de un grupo de jóvenes afganos que, por invitación de Gente de Paz y de la Comunidad de Sant’Egidio, permitieron que mucha gente participara en la “Fiesta de las cometas”, una antigua tradición popular afgana, transformada en una ocasión de encuentro y de intercambio entre culturas y pueblos.
Unas mil personas de todas las edades, desde niños con sus madres, hasta los jóvenes y los ancianos, atraídos por este espectáculo tan particular, acogieron con entusiasmo la invitación y el puerto turístico de Ostia se convirtió en teatro de un verdadero experimento de "civilización de la convivencia".
Para los jóvenes afganos, en gran parte refugiados, la fiesta supuso la posibilidad de practicar una actividad que en Afganistán no sólo es muy popular, sino que se ha convertido en símbolo de la cultura nacional, durante años prohibida, que tiene un profundo significado de ansia de libertad.
Para muchos italianos de todas las edades, se trató de una oportunidad de conocer en persona la realidad de los refugiados, comprendiendo de manera simple y directa la riqueza cultural que trae consigo quien es inmigrante.
Para todos, fue una tarde que demostró la belleza de la “sociedad de la convivencia”.
Entre los niños tuvo mucho éxito el sector en el que, bajo la experta supervisión de los afganos, se construían con medios simples las cometas: palos flexibles y bolsas de plástico personalizadas con escritos en caracteres farsi y pastún (lenguas utilizadas en gran parte del país).
También se podían ver fotos y vídeos sobre Afganistán y una exposición sobre emigración e inmigración en Italia, realizados por la Comunidad de Sant'Egidio y por la Asociación Cultural de Afganos en Italia, oranizadores del acto.
La jornada concluyó con un espectáculo musical en el que se pudieron ver bailes afganos, la actuación del grupo filipino HolyFamily Chorale, músicas y bailes de África y de Brasil, la joven banda de los “Primos de Giuseppe”: muchas maneras de expresar una amistad y convivencia posibles contra el miedo y la intolerancia.