En una carta a Andrea Riccardi, el Patriarca Ecuménico Bartolomé I manifiesta su amistad y proximidad espiritual a la Comunidad en este tiempo difícil: La pandemia y sus consecuencias –escribe– llaman a los líderes religiosos a ayudar a los más vulnerables y a difundir un mensaje de amor y de esperanza a todos los creyentes.
Al querido profesor Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, amadísimo en el Señor, gracia y paz de las alturas.
Le escribo con alegría para comunicarle nuestro sincero agradecimiento por sus amabilísimo saludo en ocasión de la luminosa y vivificante Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
Estos días difíciles, los líderes religiosos tienen una misión especial e intensa: ofrecer ayuda espiritual especialmente necesaria sobre todo para los pobres, para los marginados y los que pertenecen a minorías difundiendo un mensaje de esperanza y de amor a todos independientemente de su credo. La voz de la fe y la Buena Noticia del Evangelio son necesarios no solo durante la actual crisis sino también en el periodo posterior en el que sentiremos todas las consecuencias económicas, sociales y medioambientales de la pandemia.
Por eso, durante este tiempo santo, le envío, querido amigo, a usted y a toda su Comunidad nuestra oración y nuestros sentimientos más afectuosos. Invocamos al Señor Resucitado para que les conserve en buena salud y les proteja en este tiempo difícil con su amor y su abundante misericordia.
Patriarcado Ecuménico, 16 de abril de 2020
Espiritualmente suyo
Bartolomé
Arzobispo de Constantinopla - Nueva Roma y Patriarca Ecuménico
