Sant'Egidio: alegria per l'abolició de la pena de mort a New Hampshire

Era l'últim estat de la costa est dels Estats Units que la mantenia. El Coliseu s'il·lumina de manera extraordinària per celebrar aquest important avanç històric

El lema del Estado de Granito, que fue la primera colonia americana que se separó de Inglaterra y uno de los 13 estados que fundaron los Estados Unidos de América, es "Vivir libres o morir". Hoy, 30 de mayo de 2019, tras una lucha que ha durado muchos años, el senado de Nuevo Hampshire, con una mayoría aplastante de 16 a 8, ha aprobado la abolición que fue bloqueada el pasado 3 de mayo por el veto del gobernador Sununu. El veto del gobernador ha sido definitivamente anulado. 
Se habían producido otros intentos de abolir la pena de muerte en Nuevo Hampshire, pero en una ocasión el gobernador ya había anulado el voto del parlamento del Estado y en 2014 la abolición no se aprobó porque se había producido un empate en el voto final. Es una gran respuesta al llamamiento que el papa Francisco hizo al Congreso norteamericano para dejar atrás la pena capital, siguiendo la dirección trazada por la formulación definitiva del catecismo de la Iglesia católica (nº 2267) que califica la pena de muerte como "inadmisible".

Se trata de un acontecimiento histórico que ha contado con los votos de ambos partidos, republicanos y demócratas, que ha ido creciendo alrededor de la incansable tarea de un diputado demócrata, Renny Cushing, uno de los fundadores del movimiento Murder Victims' Families for Human Rights, que reúne a familiares de las víctimas que están en contra de la pena capital. Renny Cushing perdió a su padre por un asesinato cometido durante un robo en 1988, y nunca ha dejado de trabajar para lograr el fin de la pena de muerte, como única vía eficaz para llegar a superar el dolor de las familias de las víctimas, en lugar de una justicia-venganza que añade muerte a las muertes ya producidas, sin que en ningún caso se pueda devolver la vida.

Es un giro radical. Y es muestra de un movimiento real en la opinión pública y en las clases dirigentes norteamericanas, confirmado también por el actual mínimo histórico de las ejecuciones y de las sentencias capitales en las dos últimas décadas y por el número de Estados norteamericanos en los que se han presentado propuestas para cambiar la legislación sobre la pena de muerte. 

La Comunidad de Sant’Egidio se alegra por la valentía política de los legisladores de Nuevo Hampshire y celebrará con la ciudad de Roma este acontecimiento con una iluminación extraordinaria del Coliseo junto a la ciudad y la población de Roma.