Editorial de Andrea Riccardi

Queridos amigos de la página santegidio.org,
Me alegra presentar justo hoy, 7 de febrero de 2018, día en el que celebramos el cincuenta aniversario de Sant'Egidio, la nueva versión de la web de la Comunidad. Como podréis ver navegando por la web, esta presenta muchas novedades. Lo primero que salta a la vista es el aspecto, totalmente renovado, con fotos más grandes y claras, y con el logo que ha sido rediseñado, aunque mantiene los símbolos que lo caracterizan: la paloma, la ramita de olivo y el arco iris. Los contenidos de la web ahora son más accesibles y todo está más integrado con las redes sociales: twitter, facebook e instagram.  Las explicaciones de la vida de la Comunidad en sus distintos aspectos y su amistad con los pobres se han revisado y actualizado a la situación que vive hoy Sant'Egidio. Pero quisiera destacar una de las novedades más relevantes: la posibilidad de acceder a la oración que la Comunidad hace cada tarde en la basílica de Santa María de Trastévere. Prácticamente a partir de hoy se podrá entrar casi físicamente en la basílica para participar en la oración. Habrá conexión de audio y vídeo, y de ese modo se podrá participar mejor y más directamente en uno de los momentos fundamentales de la vida de la Comunidad.

Esta web ha sido pensada para que hable la vida de la Comunidad en sus múltiples facetas y en sus variadas manifestaciones que ya son una realidad en todos los continentes. Es una hermosa manera de unir el mundo y de demostrar que se puede vivir una fraternidad universal que incluya a todos y que supere todos los muros. Pero también es una herramienta cultural muy especial porque recoge información, noticias, reflexiones e ideas de todo el mundo. Una cultura que une y no divide, una cultura que escucha a las periferias y a los periféricos, que abre escenarios inéditos y se transforma en interés, diálogo, solidaridad y amistad.

En definitiva, creo que la web renovada es una herramienta de amistad para todos aquellos que acceden a ella de las más variadas formas y que participan, cada cual de manera original, en la vida, en los sueños y en las esperanzas de una Comunidad que –como nos decía san Juan Pablo II– «no quiere ponerse más límites que los de la caridad». Para terminar, quisiera dedicar unas palabras de agradecimiento a aquellos que han trabajado para llegar a este resultado y que cada día trabajan de manera competente, con pasión y dedicación para que esta herramienta esté siempre actualizada y responda con atención y delicadeza de espíritu a las exigencias de sus lectores y usuarios.
¡Felicidades!
 

Andrea Riccardi