Amberes conmemora a las víctimas de la Shoá. "Quien olvida el pasado está condenado a repetirlo"

 Una marcha cruzó Amberes el pasado domingo para recordar a las víctimas de la deportación de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Sant’Egidio organizó la conmemoración junto a la Comunidad judía bajo el mensaje: "Quien olvida el pasado está condenado a repetirlo".

La marcha terminó en el Monumento de los Deportados, donde hablaron el cardenal Jozef De Kesel, el rabino jefe de Bruselas, Albert Guigui, el miembro del consejo de Amberes, Jinnih Beels, y Omar Oulal, uno de los participantes en el encuentro de los Jóvenes por la Paz que se celebró en julio en Cracovia y en el campo de Auschwitz-Birkenau.
El cardenal De Kesel indicó la gran oportunidad de construir una sociedad donde haya espacio para personas y grupos de culturas y religiones diferentes, superando el racismo y el antisemitismo y todas las formas de "ataque" a la humanidad.
Se sumó al llamamiento el rabino jefe de Bruselas Albert Guigui que se dirigió a los muchos jóvenes presentes invitándoles a no olvidar la historia, para construir la Europa de mañana como un continente de libertad y de valores.
Jinnih Beels en su discurso recordó y se excusó por la responsabilidad de la policía en la persecución contra los judíos durante la guerra.
En nombre de los Jóvenes por la Paz, que este verano han ido a Auschwitz-Birkenau durante su encuentro europeo, tomó la palabra Omar Oulal: "Después de visitar Auschwitz-Birkenau, los Jóvenes por la Paz tomamos una decisión: allí donde haya personas enfrentadas unas con otras, nos moveremos para hacer oír nuestra voz. We will stand up. Cuando alguien invoque el odio, nosotros proclamaremos amor y solidaridad. Ese es mi cometido como musulmán y como persona que pertenece a la Comunidad de Sant’Egidio, pero en particular como persona, como miembro de la familia humana".
Tras un minuto de silencio por las víctimas, Sam Spiegel, de la comunidad judía, leyó el Kel Malei Rachamim, la oración por los difuntos. Jóvenes y ancianos de distintos orígenes y religiones depositaron juntos flores a los pies del monumento. Para no olvidar.