2 de agosto: Día de recuerdo del Porrajmós, el exterminio de los gitanos en Auschwitz

Hace unos años se instituyó el Roma Genocide Remembrance Day, el día en recuerdo del genocidio de los gitanos durante la Segunda Guerra Mundial, día que en lengua romaní se denomina Porrajmós (devastación) o Samudaripé (exterminio), que provocó medio millón de víctimas de esta población.

Así recuerda Piero Terracina, superviviente de Auschwitz y testigo directo de la liquidación del Zigeunerlager, la noche del 2 de agosto de 1944. "Yo estaba encerrado, era de noche y había toque de queda, pero lo oí todo. En plena noche oímos gritar en alemán, oímos los ladridos de los perros, dieron la orden de abrir las barracas del campo de gitanos, y entonces empezaron los gritos, el llanto y algunos disparos. De repente, tras más de dos horas, solo quedó silencio y desde nuestras ventanas, al cabo de poco, vimos el resplandor de las llamas altísimas del crematorio. Por la mañana, lo primero que se me pasó por la cabeza fue mirar hacia el Zigeunerlager, que estaba totalmente vacío, solo había silencio, y las ventanas de las barracas que golpeteaban".
Fueron 4000, en su mayoría mujeres y niños, las personas asesinadas en aquella ocasión en las cámaras de gas; formaban parte de los 23 mil gitanos (Zigeuner, como se les definía en sus documentos) deportados a Auschwitz.

El recuerdo del Porrajmós es una ocasión para reflexionar sobre el mal que generan las ideologías racistas, que prepararon el terreno para la discriminación y la aniquilación en los campos de concentración y exterminio. Es una historia de desprecio y persecución de la minoría más numerosa de Europa. Una herida del continente europeo, que hace pensar sobre cuántas palabras y actitudes violentas quedan todavía hacia el pueblo gitano y sobre lo lejos que está todavía una plena integración escolar, sanitaria y habitativa de una minoría jovencísima, formada todavía hoy sobre todo por menores.