En Bélgica, una semana de fiesta por el Cincuenta aniversario de Sant’Egidio

Conferencias, puertas abiertas y liturgia en Amberes, Lieja y Bruselas

El pueblo de Sant’Egidio celebra el Cincuenta aniversario en Bélgica con una semana de fiesta.  Monseñor Vincenzo Paglia, consejero espiritual de la Comunidad desde sus inicios en Roma, fue el invitado de honor y presidió la liturgia de acción de gracias el domingo 29 de abril en la catedral de Amberes, abarrotada para la ocasión.
El día había empezado con un debate en el que varias personalidades reflexionaron sobre la experiencia de Sant’Egidio. Tras los saludos de las autoridades y el testimonio de monseñor Paglia sobre los inicios de la Comunidad, tomó la palabra Albert Guigui, rabino jefe de Bruselas, que recordó los encuentros de oración por la paz entre las religiones que Sant'Egidio organiza cada año "donde se encuentran personas que uno normalmente no encontraría nunca, en un clima familiar y de confianza".
Luc Van der Kelen, editorialista laico, habló con cariño de su amistad con Léon Lemmens, el obispo belga que murió hace un año: "Me enseñó que en su mesa había sitio para el agnóstico laico que soy yo. Que al final solo hay amor, incluso en los tiempos oscuros en los que vivimos, cuando la vida de un hombre a veces parece tener poco valor". Por último Van Rompuy, presidente emérito del Consejo de Europa, definió la experiencia de Sant’Egidio como un "apostolado de paz".
En la catedral de Amberes se reunieron más de mil personas para celebrar la liturgia de acción de gracias. Entre ellas, había ocho familias sirias que han llegado a Bélgica recientemente con los corredores humanitarios.
El sábado 28 de abril, en las "casas" donde la Comunidad acoge a los pobres y hace la oración en varias localidades de Bélgica, se han celebrado jornadas de "puertas abiertas" en las que han participado muchos amigos de todas las edades, mientras que en Lieja se ha celebrado una liturgia de acción de gracias presidida por el obispo Jean-Pierre Delville.
El jueves 3 de mayo, terminará la semana de fiesta con una liturgia de acción de gracias en Bruselas, presidida por el cardenal Jozef De Kesel.