Commemoració de sant Óscar Arnulfo Romero, màrtir, assassinat el 1980 a l'altar durant la celebració de l'eucaristia

El seu missal es conserva en el memorial dels màrtirs de Sant Bartomeu

Monseñor Óscar Arnulfo Romero fue arzobispo de San Salvador, capital del pequeño país centroamericano. Monseñor Romero se erigió especialmente en  "voz de los sin voz", es decir, en defensor de los pobres y de los humildes que no tenían voz y estaban sometidos a la espiral de violencia desencadenada por el Gobierno militar y por las formaciones guerrilleras opositoras. A causa de su compromiso fue asesinado por un francotirador de los escuadrones de la muerte mientras celebraba la misa en la pequeña iglesia del hospital para enfermos oncológicos en el que vivía. Fue proclamado santo por el papa Francisco el 14 de octubre de 2018 en San Pedro.

La Comunidad de Sant'Egidio, que hace años que está en El Salvador junto a los niños con las Escuelas de la Paz, los jóvenes, los ancianos y los sintecho de las zonas más periféricas del país, lo recuerda como a un santo amigo de los pobres y de la paz hasta llegar a dar su vida. Gracias a la canonización su voz, que la violencia acalló, es aún más conocida y escuchada y su recuerdo, venerado. Así lo muestran ya los peregrinos que van a la basílica de San Bartolomé de la Isla, en Roma, santuario de los mártires de los siglos XX y XXI, que san Juan Pablo II confió a Sant'Egidio, y donde se conserva el misal con el que el arzobispo de San Salvador celebraba la liturgia.