Dolor por las víctimas del atentado de Grand-Bassam. Defendamos la paz y la convivencia en Costa de Marfil y en el África occidental

La Comunidad de Sant’Egidio, que está presente desde hace años en Costa de Marfil, expresa su dolor por las víctimas del atentado de ayer en la playa de Grand-Bassam, un lugar no exclusivo para occidentales, sino de encuentro para la gente corriente los días festivos. El ataque terrorista afectó a un país símbolo de la convivencia entre etnias, donde las distintas religiones –sobre todo el cristianismo y el islam– siempre han vivido en paz, y donde la grave crisis que se abrió el 2002 y terminó a principios de 2011, con episodios de guerra civil, tuvo origen político y no religioso.
El atentado forma parte de una estrategia que quiere atacar a toda el África occidental y que ya ha provocado varias víctimas en Nigeria, Mali y recientemente en Burkina Faso. Sant'Egidio, que junto a su amistad con los pobres trabaja por la paz en Costa de Marfil y en toda la región, cree que hay que invertir en diálogo para reforzar la convivencia y ayudar a la población que, con gran esfuerzo, tras las recientes crisis políticas, está reconstruyendo las bases para un desarrollo social y económico.