Gran expectación en Asís por el encuentro "Sed de Paz". Hoy, asamblea inaugural con el presidente Mattarella.

El martes, oración por la paz con el papa Francisco

Más de 500 líderes religiosos, personalidades de la política y de la cultura, cientos de periodistas acreditados y miles de participantes están ya en Asís, donde a las 16.30 se inaugurará, ante la presencia del presidente italiano, Sergio Mattarella, el Encuentro "Sed de Paz", organizado por la Comunidad de Sant'Egidio en colaboración con la diócesis de Asís y las Familias Franciscanas.

Esta mañana el obispo de Asís, Domenico Sorrentino, ha presidido en la Basílica superior de San Francisco una solemne liturgia, a la que han asistido numerosas delegaciones de varias Iglesias y confesiones cristianas. Saludando a los numerosos invitados y fieles, el Presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo, ha recordado los inicios del camino del Espíritu de Asís en 1986 subrayando que "Aquella voz hoy, después de treinta años, es más fuerte y el espíritu que la sostiene se ha difundido y ha alentado a muchos en todo el mundo". Luego indicó la necesidad de que "La voz de paz sea más fuerte y audaz porque debe hablar en nombre de quien no tiene voz porque se ve superado por la guerra y por la violencia".

Dando la bienvenida a la ciudad de san Francisco, el obispo de Asís invitó a seguir el ejemplo del santo buscando un "diálogo cordial con muchos creyentes", para "construir la paz apoyándose en la fuerza de la oración".

Una segunda liturgia, con miles de participantes entre Comunidad de Sant'Egidio y muchos más, provenientes de toda Europa, ha terminado hace poco en la Basílica de Santa María de los Ángeles, celebrada por el arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi. "Estos son días de diálogo y de oración –ha afirmado Zuppi–, una oración serena pero fuerte, emocionada y tenaz" para responder a la "sed de paz" de muchos pueblos, "una sed desesperada y terrible".

El martes 20 de septiembre llegará a Asís el papa Francisco, que esta mañana en el Angelus ha invitado a las parroquias y a los fieles de todo el mundo "a vivir aquel día como una Jornada de oración por la paz", siguiendo "el ejemplo de san Francisco", para "ofrecer al mundo un fuerte testimonio de nuestro compromiso común por la paz y la reconciliación entre los pueblos".