Estaba en la cárcel, y vinisteis a visitarme

El trabajo de SantEgidio en las cárceles de Malaui

La Comunidad de Sant’Egidio de Malaui visita regularmente las principales cárceles del país desde 2004, cuando en Zomba, en Blantyre y en Lilongwe empezaron a visitar a muchos jóvenes presos de los centros de la antigua colonia británica. En Lilongwe, la capital del país, los centros penitenciarios son dos: Kachere Prison (cárcel de menores) y Maula Prison. Los Jóvenes por la Paz de Lilongwe visitan cada semana a los internos del centro de Kachere, donde organizan encuentros sobre el Evangelio acompañados por cantos y que terminan con una oración. El Evangelio predicado a los jóvenes de la cárcel suscita esperanza y sueños nuevos en jóvenes que muchas veces están abandonados por sus familias y por la sociedad, como si ya estuvieran perdidos entre la indiferencia y la resignación que hay ante su vida. Algunos, al cumplir su condena, se han unido a la vida de la Comunidad. Otros, escuchando el Evangelio, han empezado un pequeño servicio dentro de la cárcel: visitan a sus compañeros enfermos, comparten con los compañeros más pobres que no tienen parientes en Lilongwe algún regalo que su familia les lleva a la cárcel. El Evangelio siempre da frutos, se practique donde se practique, en cualquier lugar.
Sant’Egidio en Lilongwe también trabaja para proporcionar formación escolar en la cárcel como medio para fomentar la educación dentro del centro penitenciario. En los últimos años han pagado las tasas de examen de algunos presos, para que pudieran continuar estudiando. Con esta iniciativa ha aumentado mucho el número de jóvenes que quieren estudiar y volver a la escuela.
Los dos últimos años, el 25 de diciembre, la Comunidad organiza la Comida de Navidad, una gran mesa redonda donde todos los jóvenes detenidos hacen una gran fiesta.

El pasado 6 de mayo, como resultado de una colecta internacional hecha en todo el mundo por las Comunidades de Sant'Egidio, se inauguró un nuevo depósito de agua para proveer a toda la cárcel. También se hicieron obras en algunas celdas y los baños, que necesitaban mejoras urgentes. Los 230 jóvenes que actualmente están en el centro penitenciario de Kachere podrán disfrutar de agua potable incluso cuando en la ciudad, como sucede a menudo, hay cortes de agua y no sale nada de los grifos. Durante la ceremonia de inauguración de las nuevas obras el Director de la cárcel, Dezio Makumba, dio las gracias a la Comunidad: "Esta instalación –dijo– será especialmente valiosa los días de sequía, cuando en la ciudad no hay agua. Pienso sobre todo en nuestros servicios higiénicos, que no podíamos limpiar porque no había agua, lo que provocaba graves problemas de salud e higiene en los chicos. Estos problemas, gracias a Sant’Egidio, ya son cosa del pasado".
Lawrence Alumando, en nombre de la Comunidad de Sant’Egidio, explicó qué significa nuestra presencia en las cárceles de Malaui: "Los que están en la cárcel son como yo, podría ser yo, el que está viviendo aquí. Algunos de vosotros estáis aquí porque habéis cometido errores, algunos por errores de otros, muchos porque no habéis tenido la posibilidad de defenderos bien en el juicio. Estos jóvenes son, al igual que nosotros, malauianos. Todos lo somos. Por eso tenemos que tratarlos como nos trataríamos a nosotros mismos. Es necesario que, como país, todo Malaui impulsemos una mejora de la calidad de los servicios que se ofrecen en las cárceles y tenemos que ayudar a estos jóvenes para que, cuando salgan, puedan contribuir ellos mismos al desarrollo de nuestro país".