Violencia contra los gitanos en Ucrania: no seamos indiferentes, pidamos protección para las comunidades gitanas

Declaración de la Comunidad de Sant’Egidio de Kíev (Ucrania) - 25 de junio de 2018

El asalto violento al campamento en el que vivían algunas familias gitanas de Leópolis, en el barrio de Sokilniki, que ha provocado la muerte de un joven, David Pap, de 24 y lesiones a otras tres personas, entre las que hay un niño de 10 años, no puede dejarnos indiferentes. La Comunidad de Sant’Egidio de Ucrania manifiesta su pesar por la joven víctima y expresa su apoyo a la familia, a los heridos y a todas las personas que han sufrido esta acción. 
El asalto de Leópolis ha sido el último de una serie de acciones violentas perpetradas contra los asentamientos de gitanos en los dos últimos meses: en Kiev, el 20 de abril en Lisa Gora y el 7 de junio en el parque Golossevoa; en Ruden, en los alrededores de Leópolis, el 9 de mayo; en Velika Beresovitsa, en los alrededores de Ternopil, el 22 de mayo. 
Este aumento de la violencia antigitana provoca gran preocupación. Se han visto afectadas familias de ciudadanos ucranianos de nacionalidad gitana, que viven pobremente con muchos niños en campamentos de chabolas y tiendas en mal estado. Cuando la violencia se ceba en los más débiles, cuando caen víctimas de la violencia personas que pertenecen a minorías nacionales, significa que nuestra vida se va degradando. La propaganda del odio racial, del desprecio y de la violencia envenenan nuestra sociedad y minan las raíces mismas de su existencia. 
La Comunidad de Sant’Egidio de Ucrania hace años que está al lado de los gitanos, sobre todo los niños, por los que trabaja para construir un futuro mejor, gracias a la escolarización y la educación a la paz. 
La Ucrania que quiere ser europea no puede permitir que se ejerza impunemente violencia contra los más vulnerables y las minorías nacionales. El trabajo de todos los ucranianos para construir una sociedad europea debe llevar a una nueva conciencia en la opinión pública y nuevas políticas, que sepan ocuparse de los que son más débiles y garantizar los derechos humanos a todos, y especialmente a las minorías nacionales. 
Condenamos toda forma de violencia y deploramos especialmente las manifestaciones de odio interétnico y las agresiones basadas en prejuicios raciales. El odio siempre será una derrota. La violencia nunca es una victoria. Pedimos a las autoridades que hagan todo lo posible y necesario para garantizar la protección a las personas gitanas, para que no se repitan episodios de este tipo.