Andorra ha acogido esta mañana las dos primeras familias de refugiados sirios provenientes del Líbano, gracias al protocolo firmado entre la Comunidad de Sant’Egidio y el Principado para la apertura, también en esta nación, de los Corredores Humanitarios.
Los dos núcleos familiares, formados por 4 adultos y 3 niños, irán a vivir a Andorra la Vella y Sant Julià de Llòria. La acogida y la integración serán posibles gracias a la tutela del gobierno de Andorra y a la generosidad de parroquias, asociaciones y sociedad civil, incluidos ciudadanos a título individual, que han ofrecido su compromiso gratuito y voluntario. El proyecto prevé la llegada, durante los próximos meses, de otros refugiados, en total 20 en dos años: un número pequeño, pero significativo para el pequeño Principado andorrano.
Las dos primeras familias han llegado en un vuelo directo desde Beirut a Barcelona, luego han continuado el viaje en minibús hasta Andorra. “Escapamos de la guerra – han explicado conmovidos - y vamos a un país en paz. A Andorra, el país que nos ha querido acoger y donde se nos abre un futuro mejor, le decimos gracias con todo nuestro corazón”.
Para la apertura de los corredores humanitarios, el parlamento de Andorra ha tenido que aprobar una ley de protección temporal y transitoria por motivos humanitarios, la llei de protecció temporal i transitòria per raons humanitàries (Llei 4/2018, 22 de març). Con esta norma se ha creado el cuadro legislativo para la creación de corredores humanitarios en un país que no pertenece ni a la UE ni al espacio Schengen.
Los primeros corredores humanitarios empezaron en Italia en febrero de 2016 gracias a la Comunidad de Sant’Egidio junto a las Iglesias protestantes italianas, de acuerdo con los ministerios de Interior y de Asuntos Exteriores. Un proyecto que se ha convertido en un modelo en Europa, con otros países que ya han tomado el mismo camino que conjuga solidaridad y seguridad: Bélgica, Francia, San Marino y ahora Andorra.
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