La Escuela de la Paz del campo de refugiados de Nyumanzi cumple 5 años. Un alto porcentaje de los niños refugiados de Sudán del Sur han aprobado los exámenes estatales

Los cursos gratuitos de alta calidad son una esperanza para el futuro del país

Hace cinco años estalló la guerra civil en Sudán del Sur. También son cinco los años académicos de la escuela de primaria de Nyumanzi, donde estudian muchos refugiados que viven en el norte de Uganda. Empezamos las clases bajo los árboles y hoy, al igual que la escuela, crece la esperanza para Sudán del Sur.

El Osservatore Romano ha recordado últimamente el drama del joven país africano: "Sudán del Sur cayó en una guerra civil en diciembre de 2013 cuando el presidente Salva Kiir, del grupo étnico dinka, acusó a su ex vicepresidente Riek Machar, de etnia nuer, de preparar un golpe de estado. El conflicto, marcado por atrocidades étnicas y por el uso de la violación como arma de guerra, ha provocado más de 380.000 víctimas y ha obligado a más de cuatro millones de sudaneses del sur, una tercera parte de la población, a abandonar la región".

Desde finales de octubre de 2018 está en vigor una tregua, una esperanza de paz que también ha llegado a los habitantes del campo de refugiados durante la visita a todas las clases, a los profesores y a las familias sudsudanesas del campo de Nyumanzi con motivo del fin de curso escolar. La School of Peace de Sant’Egidio es un puente de paz con Sudán del Sur porque ofrece a muchos niños y a sus familias educación, un lugar acogedor y la esperanza concreta de un futuro mejor.

La escuela acoge a 1000 niños, ya no bajo los árboles o en tiendas, sino en las doce aulas de obra que con la biblioteca, las cocinas, el almacén, el campo de deporte, el pozo de agua potable y los varios servicios de los que dispone forman un centro donde todos pueden estudiar juntos, sin distinción de nacionalidad o de etnia.

Este año, por primera vez, un grupo ha terminado la educación primaria, que en Uganda incluye hasta el 7º curso (Primary 7 - P7). 42 niños han hecho los exámenes oficiales. La nuestra es la única escuela gratuita de todo el campo de refugiados donde se puede cursar también P7.
Los resultados de nuestros alumnos demuestran el trabajo hecho: los aprobados en 2018 han llegado al 77%, superior a los de 2017 (71%). También han aumentado las niñas que han superado el curso escolar: del 66% al 73%. El año que viene queremos que sean aún más las niñas que van a nuestra escuela porque su situación en el campo de refugiados es difícil y ayudarlas es una manera más de invertir en el futuro de África
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