En Mozambique, no se para el trabajo por las víctimas del ciclón Idai. Un empeño euroafricano

 

En Mozambique se continúa trabajando para sostener la población tocada por el ciclón Idai. Es un empeño eurafricano: jóvenes mozambiqueños de la Comunidad de Sant’Egidio, activistas del programa DREAM, italianos y europeos que están viviendo aquí su #santegidiosummer, no han parado en estas semanas estivales para ir a visitar, consolar, ofrecer comida en los pueblos mas remotos, donde todavía el hambre es un problema primario.

Una delegación de Sant’Egidio en Beira se ha quedado en Estaquinha en el distrito de Buzi, uno de los más afectados, para ofrecer comida a la población. Se han distribuido kits alimentarios a más de 600 familias, que llegarán a beneficiar a más de 3300 personas, a parte de varios productos alimentarios que Sant’Egidio ha ofrecido a los estudiantes que estudian allí.

En esta distribución se han incluido también familias de las localidades de Chitindiri, Matene, Manhande y Magimbingo. Hombres y mujeres, niños y jóvenes claramente hambrientos y con rostros desesperados se agrupaban debajo de los árboles desde las primeras horas de la mañana, después de haber caminado por varios kilómetros a pie hasta llegar al punto exacto de distribución. Con lágrimas en los ojos y con el kit alimenticio en las manos, daban gracias incansablemente a Sant’Egidio. Contaron varias historias de dolor, pero también de superación. Explicaban el día del ciclón como un episodio apocalíptico: “Tengo 83 años, nunca antes había visto tanta furia desatada de la naturaleza como lo vi en aquel día”, dijo una anciana. Las autoridades locales hablaron de diferentes personas que murieron aquel día: todo historias angustiosas. Nosotros les aseguramos de orar siempre por ellos, confirmándoles que nunca deben sentirse solos y abandonados porque haríamos todo el posible para volver pronto a ayudarles.

La Comunidad de Sant’Egidio de Estaquinha ha estado al lado de las familias cotidianamente, ha reforzado la escuela de la paz para los niños y ha participado en la distribución de los kits alimenticios para la población y para las familias de los niños de la escuela de la paz.

Un verano que, como han explicado algunos jóvenes de la Escuela de la Paz en el Facebook al volver a casa, “ha sido un gran aprendizaje para la vida”: “De vuelta a Roma, con tantas historias, rostros e imágenes en el corazón, solo podemos mostrar nuestra gratitud por haber conocido tantos hombres y mujeres que, justo después del ciclón Idai que ha tocado la ciudad de Beira el 14 de marzo, decidieron no lamentarse por todo lo sucedido y por los daños causados en sus propias casas e inmediatamente se preocuparon por muchos otros que estaban en dificultad: niños de la calle, ancianos, familias que perdieron todo… Y de aquí nacieron muchos frutos de amor por esta ciudad: el milagro de la multiplicación de panes que se hace cada día al centro nutricional y que da de comer a 850 niños, tantísimas personas que tuvieron que transferirse a lugares aislados y que pudieron recibir el kit alimenticio, la esperanza restituida a las detenidas de la cárcel femenina de Beira, centenares de niños recogidos por nuestras Escuelas de la Paz,…

La construcción de casas para los ancianos que perdieron todo y de casas para 100 niños y niñas de la calle que repiten cada día a sus amigos de Sant’Egidio de Beira: “Puedo quedarme aquí para siempre con vosotros? Sois mi familia”. Gracias a todos los amigos de Sant’Egidio de Beira porque nos mostráis “nas diversidades fronterizas a unidade de coração”.