Acto cultural y de solidaridad en la cárcel de máxima seguridad de Zomba (Malaui), el Día Mundial contra la Pena de Muerte

En Malaui la Comunidad de Sant’Egidio organizó un acto en ocasión del Día Mundial contra la Pena de Muerte en la cárcel de máxima seguridad de Zomba. Se trata de la cárcel más grande del país, con 2450 presos, aunque se construyó para acoger a 250. Las condiciones en las que viven los presos son terribles: viven en pequeñas celdas que superan el máximo de su capacidad, no hay agua y comen una sola y exigua comida al día.

Sant'Egidio hace años que va a visitar a los presos de esta cárcel, donde alivia la situación de muchos repartiendo alimentos y otros bienes, y sobre todo amistad con muchos de ellos. Desde hace algunos años se ha puesto en marcha un servicio de ayuda legal, con la colaboración de algunos abogados, para ayudar en los procesos legales de algunos detenidos. La cárcel de Zomba es conocida porque contiene el corredor de la muerte para los condenados a la pena capital.

En el país hace 27 años que no se llevan a cabo ejecuciones, concretamente desde 1992. A pesar de ello, los tribunales han seguido emitiendo condenas a muerte, como demostró la última sentencia del Tribunal que condenó a la pena capital a 2 hombres y a una mujer el pasado 13 de agosto.

Con la ayuda de la Unión Europea, la Comunidad de Sant’Egidio, junto a otras organizaciones del país que luchan contra la pena de muerte, conmemoró el Día mundial contra la pena de muerte en aquella cárcel con la entrega de productos de primera necesidad para 100 detenidos sin familiares, entre los que hay muchas mujeres.

Bonwell Uladi (21 años), hijo de un ex recluso del corredor de la muerte, habló de la exclusión que tuvo que soportar, siendo niño, tras la condena a muerte de su padre.  Byson Kalua, ex condenado a muerte, que fue indultado en 1992, recordó que los últimas días que pasó en el corredor de la muerte, más allá del aislamiento, fueron días de angustia de pensar que podía ser el último día de su vida.

En el acto organizado por Sant'Egidio fue importante la participación de varias autoridades malauianas y de los representantes de la British High Commission, de la Unión Europea y de la Conferencia Episcopal de Malaui.