Día Mundial contra el sida: las comunidades marcan la diferencia en África y salvan el futuro

Día Mundial contra el sida: las comunidades marcan la diferencia en África y salvan el futuro

El Día mundial contra el sida se celebra cada año el 1 de diciembreEl tema del 31 Día mundial del sida es "Communities make the difference", y quiere indicar el papel fundamental de las comunidades enla prevención, en la lucha contra la discriminación y en el tratamiento. El símbolo de la lucha contra el sida en todo el mundo es el "lazo de concienciación" de color rojo. No se conoce el origen del lazo rojo pero en su color se pueden ver la solidaridad con los enfermos y los seropositivos, en uno de los días sobre la salud más reconocidos a nivel internacional para aumentar la concienciación de la población, conmemorar a quien ha perdido la vida y celebrar los resultados como el aumento en el acceso al tratamiento y a los servicios de prevención.

La Comunidad de Sant’Egidio, cuyo programa DREAM funciona en 11 países africanos, crea una red de salud y protección, una comunidad, para salvar la vida de las personas afectadas por el VIH. Es la principal causa de mortalidad entre los adolescentes del continente. Derrotar el sida significa salvar el futuro de África, donde se sitúan el 73% de los nuevos casos de sida de adolescentes (fuente: Avert, datos del 2016). 
DREAM lleva 18 años ofreciendo acceso gratuito al tratamiento con 49 centros de salud y 25 laboratorios moleculares. Las actividades del programa empiezan en el África suroriental, donde la epidemia de VIH, "una epidemia olvidada", mata cada año a 380 mil personas. En aquella región casi 6000 adolescentes siguen actualmente la terapia en los centros de salud del programa de la Comunidad de Sant’Egidio, en Mozambique (unos 3000), Malaui (más de 1000) y Kenya (800), con proyectos financiados por la Agencia Italiana de Cooperación y Desarrollo. En Mozambique se experimentará a partir de 2020 la formación de youth leaders y la inclusión de un espacio adolescents friendly en seis centros de salud para facilitar el acceso de los jóvenes a los servicios sanitarios para VIH.
Es importante el papel de las comunidades para luchar contra el sida incluso antes de que los niños lleguen al mundo, ayudando a las madres seropositivas a seguir el tratamiento, a tener los fármacos y a hacer un seguimiento de la terapia. La mayoría de los niños, de hecho, contrae el virus por vía perinatal, es decir, principalmente durante el parto. Desde 2002 hasta hoy DREAM ha logrado que 100 mil niños nacieran sin contraer el VIH.

En apoyo a los sistemas sanitarios nacionales, DREAM, a través de los centros de salud, no se limita a la distribución de los fármacos, sino que forma al personal local y ofrece a los pacientes servicios de asesoría, prevención y pruebas. Para los adolescentes es fundamental, sobre todo, la actividad de sensibilización sobre los temas asociados a la salud y el tratamiento. Llevan a cabo estas actividades expert clients, personas enfermas, a menudo mujeres, que se han beneficiado de los servicios que ofrecen los centros de salud de Sant’Egidio y que se han convertido en divulgadoras, verdaderos puntos de referencia que pueden dar a los jóvenes la información que necesitan para acceder al tratamiento o, antes, para hacerse las pruebas.

Cada centro de salud DREAM tiene un responsable de los servicios para los jóvenes, para mantener con ellos línea directa con encuentros fijos centrados en sus necesidades específicas. En días dedicados a ellos, se controla su estado de salud y su alimentación, se hacen los análisis de sangre para el control de la terapia y las pruebas de la carga viral, se entregan los fármacos, se previenen y se tratan eventuales enfermedades asociadas al VIH y se hace en seguimiento del cáncer de cuello uterino. Impulsan todas las actividades personas cualificadas y debidamente sensibilizadas.

"Alrededor de los centros DREAM –afirma Paola Germano, directora de DREAM– existen movimientos de adolescentes que han superado la fase de estigmatización y empiezan a hablar del VIH con sus compañeros sanos, en las escuelas y en los lugares donde se reúnen. Son movimientos de adolescentes que se ven obligados por la enfermedad a tener una madurez interior precoz, que gracias a los tratamientos y a la inclusión del grupo adquieren seguridad y esperanza. Su aportación en la lucha contra la estigmatización del VIH entre los jóvenes es inestimable."