William Quijano, joven de Sant’Egidio, fue asesinado el 28 de septiembre de 2009 por las maras, las bandas violentas de El Salvador. Creía en la Escuela de la Paz para los niños como alternativa a la escuela de la violencia. La Comunidad recuerda a William en la oración el día de su muerte.
En su país, El Salvador, muchos jóvenes siguen el ejemplo de William Quijano y lo recuerdan con encuentros y oraciones el 28 de septiembre. Por videoconferencia han seguido el testimonio de Francisco Guevara, su amigo.
En Roma, en la Basílica de Santa María de Trastevere, Andrea Riccardi ha recordado que William soñaba otra vida para los jóvenes y los niños de América Central, dominada por la violencia mafiosa. "Su sangre es un mensaje de dolor y un llamamiento al amor", ha dicho, para ilustrar que una pequeña historia, que puede caer en el olvido, tiene el significado de una vida no vivida en vano porque está dedicada al Evangelio y a los pobres.