La comunidad húngara ayuda a los refugiados ucranianos en la frontera, en las estaciones de tren de Budapest y en la sede de Sant'Egidio, donde son alojadas las personas y familias que llegan a Budapest para luego continuar su viaje hacia otros países.
En las estaciones de las ciudades húngaras, todas las organizaciones benéficas han organizado puntos de acogida donde las personas que llegan de Ucrania pueden obtener ayuda. En la estación también Sant'Egidio ofrece comida, reposo y brinda ayuda a aquellos que se dirigen a otros países.
Las familias de la Comunidad acogen en sus casas a quienes llegan: una humanidad doliente, con historias de dolor que nos cuentan las Comunidades húngaras.
«Una pareja de Kiev que se dirige a Estambul nos muestra en su móvil a las tropas a 10 kilómetros de su casa; una madre con su hijo adolescente cuenta el disgusto del niño por haber tenido que abandonar a sus amigos, que corren el peligro de ser enviados al frente; otra madre con su hijo continúa su viaje hacia Dublín, pero mientras tanto otro hijo, ya mayor, que estaba en el ejército, también está huyendo con su familia a Hungría. En la frontera recibimos a una mujer muy joven con una niña enferma. Se ha quedado con nosotros en Budapest, pero tras un día la llevamos al aeropuerto. Se va a Italia: en Novara les espera la Comunidad de Sant'Egidio, que se ocupará de ellos.
Las tardes que pasamos juntos son un momento muy triste, con historias de guerra, de destrucción, de pérdida, pero también un momento de consuelo, de gran amistad, porque somos conscientes de que estamos en la misma barca.
También llegan muchos estudiantes africanos y asiáticos, a quienes ayudamos a encontrar alojamiento, a comprar tarjetas telefónicas... Para muchos de ellos, Ucrania se había convertido en un verdadero hogar, como para la joven siria que dejó su maltrecho país hace seis años, para vivir en paz, y ahora tiene que abandonar una Ucrania devastada.
Hemos puesto colchones en los locales adyacentes a la iglesia donde la Comunidad se reúne para hacer la oración, y cada día pasan allí la noche entre 8 y 10 refugiados: una familia con destino a España, un equipo de fútbol... Nuestros jóvenes duermen con ellos, les ofrecen cena y desayuno, y les acompañan a la estación al día siguiente.
Grupos de Pécs y de Budapest van a la frontera todos los días para ofrecer ayuda. Es un punto de paso para la mayoría de personas. Pero cerca de la frontera, en un pequeño pueblo, encontramos un camping de bungalows que acoge a 8 familias gitanas, que huyeron de la guerra de la cercana Transcarpacia. Lo han perdido todo, sus casas han sido saqueadas, no pueden volver atrás. Buscan un futuro diferente y mejor en Hungría. Los jóvenes por la paz juegan con sus hijos: un atisbo de alegría en este momento difícil.
Puedes hacer un donativo mediante transferencia a la Comunidad de Sant’Egidio
IBAN: ES74 2100 3000 1321 0293 1895
cuyo titular es la Comunidad de Sant'Egidio
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O bien enviar un Bizum (en España)
al 01704
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