La enésima tragedia en el Mediterráneo es inaceptable. Sant'Egidio pide nuevas políticas de inmigración para quienes huyen de la guerra

Hay que aplicar a todos las normas vigentes para los ucranianos y ampliar las vías de entrada regular

La Comunidad de Sant'Egidio expresa su pesar y su afecto a los familiares de todos los migrantes –tal vez unos cien– que han perecido en el Mediterráneo mientras intentaban llegar a Europa. Es inaceptable seguir asistiendo a estas masacres sin cambiar las leyes vigentes y, por otra parte, dejando que los supervivientes sean enviados a Libia, donde todo el mundo sabe en qué condiciones están detenidos. Como ha recordado hoy el papa Francisco, es necesario no ser indiferente y "reconocer las necesidades de cuantos luchan entre las olas del mar, arrojados a las rocas de una orilla desconocida".

En primer lugar, Europa debe reanudar las operaciones de auxilio y salvamiento de quienes corren peligro de morir en el Mediterráneo. En segundo lugar, hay que dejar atrás los criterios de Dublín que penalizan fuertemente a los países de primera acogida.

En tercer lugar, mientras que toda la Unión Europea ha decidido, acertadamente, conceder protección temporal a los ucranianos que huyen de la guerra, hay que asumir urgentemente nuevas políticas que introduzcan la posibilidad de entrada por motivos humanitarios también a los refugiados de otros conflictos abiertos, algunos de los cuales hace años que duran, como el de Siria.

En este sentido el modelo de los corredores humanitarios, que Sant'Egidio ha impulsado desde 2016 con varios aliados en Italia, Bélgica, Francia y Andorra –permitiendo la llegada a Europa de más de 4500 personas– demuestran que es posible no solo acoger sino también integrar.

Es necesario al mismo tiempo fijar cuotas más amplias de entrada regular por motivos laborales, como piden desde hace tiempo muchos empresarios de los sectores agrícola, industrial y de servicios personales.

En ausencia de nuevas políticas sobre la inmigración, serán inevitables nuevas tragedias en el mar y en el desierto africano.