En el funeral de sor Maria de Coppi, una delegación de Sant'Egidio se unió al dolor y la oración de los muchos mozambiqueños que quisieron recordarla

El funeral de la hermana Maria De Coppi, la monja comboniana asesinada hace unos días durante un ataque yihadista en Chipete, en el norte de Mozambique, tuvo lugar en la misión comboniana de Carapira.

Muchas personas de las diócesis de Nacala y Nampula, donde la monja sirvió durante 60 años, acudieron para la ceremonia. Entre ellas, había también una delegación de la Comunidad, presente en aquella zona desde hace mucho tiempo, y que hoy se dedica especialmente a acoger a las personas desplazadas de las regiones más afectadas por el terrorismo.

Había una gran emoción entre la gente, entre todos los que conocían a la hermana Maria por su trabajo con los más pobres, especialmente con las mujeres y los jóvenes. El ataque en el que perdió la vida ha creado una nueva ola de desplazados que huyen no solo de Chipete sino de toda la zona circundante.
 

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