MIGRANTES

Dos corredores humanitarios, desde el Líbano y desde Grecia, salvan a familias y a niños

La otra emigración: gran fiesta esta mañana en el aeropuerto romano de Fiumicino, donde han llegado los vuelos de dos corredores humanitarios. Refugiados originarios de Irak, del Congo, de Somalia y de Siria, familias con niños, algunos provenientes del campo de refugiados de la isla de Lesbos, y otros del Líbano. No en pateras, sino a través de una vía segura y legal. Sin peligro para los niños, para los más frágiles –los corredores humanitarios están pensados especialmente para ellos–: familias italianas han optado por la vía de acoger en sus casas a quienes han tenido que abandonar su tierra. "Bienvenidos a Italia", se lee en la pared del aeropuerto de Fiumicino. Es un puerto seguro después de tanto camino y tanto sufrimiento.

Llegada desde Grecia

Llegada desde el Líbano

Conferencia de prensa de bienvenida