Una tormenta tropical azota Maputo, la capital mozambiqueña. Los Jóvenes por la Paz llevan ayuda allí donde la violencia del agua ha destruido las casas

Las intensas lluvias y la tormenta tropical Filipo que han azotado Maputo en las últimas semanas han provocado inundaciones, desperfectos y la destrucción de casas, sobre todo en los barrios periféricos.

 
El domingo 14 de abril por la tarde, los Jóvenes por la Paz de Maputo fueron a visitar a las personas que se habían visto gravemente afectadas por las lluvias en el barrio de Polana-Caniço, y les llevaron un mensaje de aliento y paquetes de alimentos de primera necesidad.
 
La Comunidad hace treinta años que está en Polana-Caniço, un barrio de la periferia de la ciudad, con la Escuela de la Paz, que cada semana abre sus puertas a más de cincuenta niños y adolescentes. Los Jóvenes por la Paz conocen bien la realidad del barrio y sus habitantes, con los que han creado profundos lazos de unión con el paso de los años.
 
Durante las visitas, los Jóvenes por la Paz, acompañados por los adolescentes de la Escuela de la Paz, fueron a ver sobre todo a ancianos solos y a enfermos, y a familias cuyas casas habían quedado parcialmente destruidas por la tormenta.
Todos manifestaron su alegría y su agradecimiento por los paquetes que recibieron, y apreciaron sobre todo la visita y el calor de la amistad. La labor de los Jóvenes por la paz no ha terminado sino que continuará con más ayuda y más acciones de solidaridad.
 
Tal como dicen los Jóvenes por la Paz, “O mundo muda a cada gesto teu“ (el mundo cambia con cada gesto que haces). Su labor en Polana-Caniço es un ejemplo concreto de que la solidaridad y la cercanía pueden cambiar las cosas en la vida de las personas, sobre todo en los momentos más difíciles.