En la región del Kivu, donde continúa la violencia, los refugiados buscan ayuda y protección en la escuela dedicada a Floribert

Mientras continúan los combates en los alrededores de la ciudad de Goma entre los rebeldes del grupo M23 y las fuerzas gubernamentales, en la ciudad han aumentado los fenómenos de bandidaje, asesinatos y robos perpetrados por hombres armados que circulan libremente por las calles de la ciudad. En su mayoría son miembros de las milicias de "autodefensa" llamadas "Wazalendo" (que significa "patriotas"). Muchos de ellos han abandonado el frente y han descendido a la ciudad, sembrando el pánico y creando un clima de inseguridad general frente al cual la policía y el ejército regular se encuentran impotentes.

Lamentablemente, la amplia difusión de armas ha aumentado el peligro de ataques en todas partes y el propio ejército se ha encontrado a menudo con dificultades para intentar desarmar o disuadir a la milicia de permanecer en la ciudad. Mientras tanto, la suspensión de la moratoria sobre la pena capital ha provocado que el tribunal militar de Goma haya vuelto a dictar sentencias de muerte, sin ningún efecto disuasorio sobre la delincuencia, que por el contrario está aumentando. En este clima, la próxima Misión de las Naciones Unidas prevista para finales de año suscita muchas preocupaciones. La mediación de Angola entre el gobierno de la República Democrática del Congo y Ruanda, acusado de apoyar a los rebeldes, continúa pero hasta ahora sin resultados.


La afluencia de refugiados aumenta constantemente y ha alcanzado el millón de personas.

La escuela de la Comunidad, que lleva el nombre de Floribert Bwana Chui, está situada en la carretera principal que va desde las colinas hacia el centro de la ciudad. Cada día se convierte más en un centro de ayuda y un punto de referencia para los refugiados que buscan refugio de los combates. Durante la última semana se han llevado a cabo distribuciones de alimentos y artículos de primera necesidad. Pero también se ha comenzado a trabajar para garantizar que todos los niños del campo de refugiados, que se estima en más de 20.000, puedan regresar a la escuela.

La mayoría de los refugiados que han acampado alrededor de la Escuela de Sant'Egidio proceden de la localidad de Sake, actualmente en manos de las milicias Wazalendo. Por este motivo, la Comunidad, junto con los jefes de familia y los líderes locales, está trabajando para organizar "Escuelas de Emergencia", que permitan a los niños refugiados no interrumpir su escolarización.