Floribert, joven mártir de la corrupción: el obispo de Goma abre oficialmente su causa de beatificación

En una peregrinación a su tumba con la Comunidad de Sant'Egidio, monseñor Kaboy dijo que era "un modelo para los cristianos del Congo"

Ayer en Goma el obispo Théophile Kaboy abrió oficialmente el proceso canónico para la causa de beatificación de Floribert Bwana Chui bin Kositi, joven de la Comunidad de Sant'Egidio asesinado el 9 de julio de 2007 por no ceder a la corrupción, por su decisión cristiana de no permitir que grandes cantidades de alimentos en mal estado perjudiciales para la salud de la población pudieran llegar al mercado de la ciudad. Por eso la diócesis quiso empezar un estudio para conocer a fondo su figura y su muerte que presenta todos los rasgos del martirio.

El obispo destacó que este proceso empieza el día en el que la Iglesia celebra la fiesta de Santa Cecilia, una joven cristiana de Trastevere que fue un ejemplo para las primeras generaciones cristianas. En esa circunstancia vio un lazo profundo entre la figura de Floribert, unido por su vocación cristiana a la Comunidad de Sant'Egidio, que tiene sus orígenes precisamente en Trastevere, y su corta edad, que puede ser un ejemplo de vida cristiana para los jóvenes de hoy, tan tentados por la idolatría del dinero y del éxito.

Al finalizar la primera sesión del proceso, el obispo y el comité fueron junto a la Comunidad hasta la tumba de Floribert para hacer unos momentos de oración. Allí monseñor Kaboy dijo que corresponde a toda la comunidad cristiana de Goma dar a conocer la figura y la vida de Floribert, para que su ejemplo sea un modelo para los jóvenes y para todos los cristianos.

Por la tarde se celebró una liturgia solemne en la catedral, donde se reunió la comunidad cristiana, y el obispo explicó a los fieles el sentido de este proceso canónico por un hijo de la Iglesia de Goma y un hermano de la Comunidad de Sant'Egidio.

Fue un día de gran alegría en el que participaron todos los hermanos y las hermanas que hoy están especialmente agradecidos a Sant'Egidio por haber recogido la herencia y el recuerdo de Floribert, cultivando por todas partes el amor por el Evangelio y por los pobres que impulsó su vida y su testimonio.