Llegan a Italia 101 sirios salvados a través de los «corredores humanitarios»

El proyecto, financiado por donaciones privadas a la Ong católica Comunidad de San Egidio, permitirá a Italia acoger 1.000 refugiados en dos años

Italia vuelve a dar una señal de esperanza para los refugiados y para Europa. Al aeropuerto de Fiumicino llegaron 101 inmigrantes sirios en un vuelo regular de Alitalia procedente de Beirut. A estos refugiados se les ha evitado el arriesgar su vida en el mar en alguna de las travesías que diariamente se realizan en pateras desde Libia a las costas italianas. El viaje se encuadra dentro del proyecto «corredores humanitarios», que organiza la asociación católica Comunidad de San Egidio y la Federación de Iglesias Evangélicas, en colaboración con el gobierno italiano. Estas 37 familias sirias y una iraquí, entre ellos 44 menores, se unen a otros 93 prófugos sirios que llegaron en febrero, gracias también a este «corredor humanitario». Muchos de los niños sufren problemas neurológicos a consecuencia de la guerra. Se trata de un proyecto piloto en Europa, cuyo principal objetivo es el de evitar el destino incierto y penoso de los viajes en barcazas a través del Mediterráneo. Todos ellos han pasado tres o cuatro años en campos de refugiados en Líbano, hacinados en casas o pagando habitaciones en Beirut a carísimo precio. Se habían visto obligados a huir de sus ciudades, de Hama, Homs, Aleppo y Hasakah, que han sufrido durísimos enfrentamientos entre el ejército sirio y los rebeldes, además de ataques de Daesh contra las minorías.
Visado humanitario

Para el viaje a Roma, se han elegido a las familias más frágiles, sobre todo a mujeres solas con hijos y enfermos. Por ejemplo, Sami, un conductor de 40 años, natural de Homs, la ciudad mártir de la guerra siria, debe afrontar un doble caso de talasemia (anemia hemolítica hereditaria), de la mujer y uno de sus cuatro hijos, además de una hija con problemas en la vista. Son afortunados, porque estas familias han sido elegidas entre casi un millón y medio de refugiados sirios que se encuentran el Líbano, país cuya población es de cuatro millones y medio de habitantes.

Han llegado con un visado humanitario, que les ofrece la posibilidad de presentar posteriormente la petición de asilo. Serán acogidas en estructuras privadas en Roma, Siena y en otras ciudades. A los refugiados se les ayuda a integrarse en el tejido social y cultural italiano, mediante el aprendizaje de la lengua italiana, la escolarización de los menores y otras iniciativas.

Según la Comunidad de San Egidio, los corredores humanitarios prevén la llegada a Italia, durante dos años, de mil refugiados: 600 aproximadamente procederán del Líbano, en su mayoría sirios que han huido de la guerra; de Marruecos (150), donde llega gran parte de las personas que provienen de países subsaharianos afectados por las guerras civiles, y de Etiopía (250: eritreos, somalíes y sudaneses). Tras la evaluación de los resultados de esta primera fase del proyecto, que cuenta con un presupuesto de dos millones de euros, se valorará la posibilidad de continuar. Para la Comunidad de San Egidio, se trata de evitar muros y que los corredores humanitarios sean un ejemplo para Europa:
«Corredores, no muros»

«En lugar de muros, de sufrimiento injustamente infligido a miles de personas que tienen derecho a ser acogidas porque están en peligro, ofrecemos la posibilidad de llegar a Italia de manera segura para ellos y para todos. Es una respuesta que defiende la humanidad y la eficacia porque abre una feliz colaboración entre instituciones y sociedad civil que facilita la integración y comporta al mismo tiempo ahorro para la sociedad».

Todos los inmigrantes seleccionados llegan a Roma con sus maletas en las que están escritos el nombre del propietario junto al del proyecto: «Corredores Humanitarios». En cada una de ellas hay una historia. En cambio, los desesperados que se deben aventurar por mar arriesgando sus vidas hasta las costas italianas llegan casi desnudos, sin nada. Para unos y otros es su viaje de la esperanza.
 


[ ÁNGEL GÓMEZ FUENTE ]