El trabajo del diálogo es silencioso. Un acuerdo no se alcanza en 40 minutos

Entrevista a Andrea Riccardi en La Stampa
 

Profesor Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant'Egidio, ¿cómo valora la negativa del presidente ucraniano Volodímir Zelenski al plan de paz y a una mediación del Papa?
«Hay tanta sed de paz que de una reunión de 40 minutos esperábamos un milagro. Hemos puesto la esperanza por delante de la realidad. Por eso llegamos a conclusiones un poco decepcionantes, sin pensar que aunque Zelenski hubiera querido abrir un proceso de paz no lo habría dicho. Él impulsa una ofensiva y su lenguaje seguirá siendo "nuestra victoria y la reconquista de nuestros territorios". Pero creo que el cara a cara con el  Pontífice no será irrelevante desde el punto de vista diplomático porque es la primera vez que Zelenski dialoga con un líder que tiene una postura distinta ante el tema de la guerra».
¿La diplomacia vaticana seguirá su camino?
«Sí. Tengo mucha confianza en la Santa Sede porque conozco la rectitud apasionada de sus intenciones, del Papa y de Parolin. La Santa Sede quiere  que se perciba la urgencia de la paz. Quiere abrir canales de coloquio con un lenguaje diplomático, no con propaganda de enfrentamiento e insultos. Y espero que se llegue a un acercamiento entre las dos partes, tal vez –como espero– con la contribución esencial de Washington y Pequín».
¿Qué piensa de la «equidistancia» de Francisco con Moscú y Kiev?
«Diría que la de Francisco es una "imparcialidad activa"».
¿En qué sentido?
«No se ha "posicionado" totalmente con el agredido, aunque ha hablado de agresión. Por otra parte, una serie de declaraciones suyas han sido molestas para ambos contendientes: tuvo palabras de compasión por Duguina, condenó la masacre de Bucha, quiso que una mujer ucraniana  y una rusa llevaran la cruz en el Vía crucis. Son gestos que provocaron frialdad tanto en Kiev como en el Kremlin».
El Papa y la Santa Sede parecen ser los únicos que buscan la paz sin pasar por la victoria de una parte.
«Sí. Francisco mantiene su popularidad, es considerado el padre de todos: la familia humana siente la necesidad de soñar que puede haber alguien que reconcilie a los hermanos que luchan entre ellos. El problema es que ellos no se sienten hermanos y no sienten la necesidad de un padre».
Sant'Egidio es muy activa en el país invadido...
«Sí. Estuve una semana en Ucrania, y me impresionó hablar con los refugiados, sobre todo con las mujeres, valientes y que sufren mucho. La Comunidad ha movilizado ayuda humanitaria que se acerca a los 20 millones de euros, y que se caracteriza porque son los ucranianos de Sant'Egidio, los que ayudan a otros ucranianos. Desde Italia recogemos dinero y medicamentos y organizamos la logística para el envío». 


[ DOM. AGA. ]

[Traducción de la redacción]