“Sant'Egidio es así: siempre vuelve”. Con esta expresion llena de afecto fueron recibidos los Jóvenes por la Paz y los Europeos por la Paz de Génova y Pavía que estuvieron en Albania a principios de enero para celebrar la Navidad y el "Vitin e Ri", o fiesta de Nochevieja con los pacientes psiquiátricos hospitalizados en el hospital Sadik Dinci de Elbasan.
El hospital, inaugurado por el régimen de Enver Hoxa en 1963, es una de las dos grandes instituciones para pacientes psiquiátricos de Albania. Una estructura que está influenciada por un antiguo concepto de separación y contención de los enfermos. Antes de la década de 1990, el número de pacientes hospitalizados llegaba a 800 personas. Actualmente el número de pacientes ha disminuido significativamente y ahora hay 310 camas, pero sigue siendo la institución de este tipo más grande de todos los Balcanes. Aproximadamente la mitad de los pacientes no tienen un diagnóstico psiquiátrico real, porque a lo largo de los años se ha reunido en este centro a personas frágiles y solitarias: discapacitados mentales, ancianos, drogadictos y personas sin hogar. Y es preocupante el reciente aumento del número de pacientes jóvenes.
La Comunidad frecuenta fielmente este lugar, que reúne tanto sufrimiento, desde principios de los años 2000: las misiones de verano y de invierno se suceden regularmente, para garantizar a las personas hospitalizadas la continuidad de las relaciones de atención, amistad y apoyo.
Por eso, también este año, durante el período navideño, no podía faltar la visita de los jóvenes italianos que ahora forman parte del horizonte emocional de muchos pacientes hospitalizados. Durante los días de su estadía se realizaron fiestas en todos los departamentos, para que todos, incluso aquellos que no pueden levantarse de la cama -por diversas razones- tuvieran la oportunidad de disfrutar de un poco de música, una buena comida, de una regalo ofrecido por un rostro querido.
Para quienes gozan de mejores condiciones de salud, la presencia de los amigos de Sant'Egidio significa la posibilidad de disfrutar de jornadas "en salida", de viajar, de reunirse para almorzar en un lugar acogedor (gracias también a la hospitalidad de las Hermanas de la Caridad de Santa Giovanna Antida).
La misión concluyó con una oración en el patio del hospital, en la que participaron los enfermos. Al final del momento compartido, el icono del Rostro de Jesús "visitó" a todos los que no podían moverse de la cama: para todos ellos, un momento de emoción y consuelo, una bendición para comenzar juntos el nuevo año.
.jpg)
