Paremos la guerra de Ucrania y construyamos un nuevo orden mundial

Paremos la guerra de Ucrania y construyamos un nuevo orden mundial

Paremos la guerra de Ucrania y construyamos un nuevo orden mundial

Ahora puede parecer una utopía, pero solo el diálogo puede hacer que surja una relación diferente entre Rusia y Ucrania

Ha sucedido lo que anunciaba de manera amenazadora el horizonte desde hacía días: la entrada armada de los rusos en Ucrania. Es la guerra. La mayor guerra en Europa desde 1945. Antes se vivió la guerra de los Balcanes, pero una de las partes del conflicto actual es una superpotencia, la Federación Rusa. Se ha hablado de un retorno de la guerra fría, pero la de hoy es una guerra con combates. 

Cuando empieza una guerra nunca se sabe cuánto durará y a cuántos países implicará, porque la guerra escapa al control de quien la impulsa y tiene una lógica que, en parte, es incontrolable. Es una evidencia que desde el pasado jueves por la mañana, todos nosotros tenemos mucho menos a decir. El destino de la guerra y de la paz está en manos de muy pocos. Con la paz, todo es posible: todos, toda iniciativa, todo diálogo pueden ayudar a calmar la situación. Con el conflicto, en cambio, las armas dominan la situación. Y las armas son la negación de hablar y entenderse. Obligan a cientos de miles de personas, como en Ucrania, a resguardarse en casa, en refugios o en el metro, o a huir a lugares que creen más seguros. 

Rusia es responsable de esta guerra. Con todo, una historia de varios años ha llevado al deterioro de las relaciones en Europa oriental, donde muchos actores han cometido errores. No se ha reflexionado sobre el peligro que se veía en el horizonte y que se ha denunciado también repetidamente en estas páginas: se vuelve a dar valor a la guerra como herramienta para solucionar los conflictos y se olvida el valor primario de la paz. Ha sido un proceso de degradación cultural y política que ha llevado a pensar de manera peligrosa: el otro siempre es el usurpador y yo, mi país, la víctima. Así, el lenguaje de las amenazas ocupa el lugar del diálogo. 

Me pregunto qué se puede hacer ahora. Hay que hacer algo, porque la guerra puede durar mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo lleva abierto el conflicto de Siria? Todas las guerras encierran sorpresas dolorosas para sus actores.

Entiendo que puede parecer una utopía en este momento en el que se produce el ataque ruso, pero hay que esperar un alto el fuego, paradetener el derramamiento de sangre. Estos pasos pueden abrir un diálogo. 

Porque solo el diálogo puede hacer que surja una relación nueva y satisfactoria entre Rusia y Ucrania. Pero todo debe enmarcarse en una relación de cooperación diferente entre Occidente y Rusia. El mundo global necesita una arquitectura de diálogo porque muchos aspectos y muchos lazos apuntan a una cooperación integrada. Por otra parte, los numerosos actores implicados corren el peligro de abrir un conflicto, casi más que en el tiempo de la guerra fría. 

Es necesario construir una nueva arquitectura siguiendo el modelo de lo que se hizo con la Conferencia de Helsinki de 1975, que condujo a la creación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Un mundo global y desarticulado, con acuerdos de geometrías variables, es cada vez más peligroso. Peligroso para todos. 

¡Que pare la guerra en Ucrania y se empiece a construir un orden adaptado a los desafíos del mundo! Aún queda mucho por hacer. En Ucrania sufren por la guerra. Al final, así, Rusia no construirá un futuro mejor, ni siquiera para ella misma. En un futuro interconectado, la guerra penaliza a todos.

 

Artículo de  Andrea Riccardi en Famiglia Cristiana del 6/3/2022

[Traducción de la redacción]


[ Andrea Riccardi ]