Líderes y representantes de las religiones asiáticas tuvieron en Berlín un diálogo entre las antiguas tradiciones y los desafíos siempre nuevos del mundo contemporáneo.
Touch Sarith, un monje budista jemer, presente ya en 1986 en Asís, contó cómo los monjes encontraron la audacia, a partir de una trágica historia de conflicto y exterminio, de proponerse al pueblo camboyano y a los combatientes como compañeros de viaje y mediadores autorizados e imparciales por la paz: hasta el punto de participar directamente en el rescate de los ucranianos que huyeron a través de la frontera, al estallar la invasión.
Atsushi Ushio, líder del sintoísmo en Japón, recuerda las enseñanzas de paz y armonía, de sentido de lo divino, bien arraigadas en las culturas de Japón y Asia, aunque hoy desafiadas por la secularización, especialmente entre los jóvenes cada vez más numerosos del continente.
Mons. Felix Anthony Machado, una voz católica autorizada de la India, no es el único que ve el desafío de la competencia por la supremacía económica y política en el continente asiático, que puede llevar a los creyentes a cerrarse o a tomar partido: lo que se necesita es integración y no énfasis en las diferentes identidades en la sociedad.
Didi Talwalkar, hindú y líder del movimiento Swadhyaya, denuncia una mentalidad de acaparamiento y de nacionalismo identitario que desfigura "la atmósfera piadosa de las religiones": hay que rechazar el creciente ritualismo que sustrae la razón, incluida la de los demás, a la propia fe.
Yoshihisa Hasegawa (del Centro Europeo Tenrikyo) subrayó a continuación la tarea actual de pasar de la ausencia de guerra a una paz proactiva, en la que las religiones hablen y actúen en el mundo contemporáneo, invocando una efusión espiritual de las religiones hacia el mundo y sus necesidades y logrando acciones positivas.
Como los promovidos por los musulmanes en Pakistán, como recordó el profesor Zafar desde la gran mezquita de Lahore, en Pakistán, donde no sólo los lugares de diversos cultos sino también los lugares de tratamiento son atacados por el terrorismo: los líderes musulmanes ofrecen cada vez más refugio y ayuda a los cristianos afectados por los ataques, mostrando una nueva narrativa de armonía.
También hubo un espacio final para la conversación con el público presente en la sala. Shoko Abe, de la escuela budista Tendai de Japón, cuando se le preguntó sobre la relación entre los líderes religiosos y políticos, recordó la atenta participación de la entonces Canciller Merkel en los encuentros de Sant'Egidio en Munich (2011). Las religiones todavía pueden hablar al mundo contemporáneo, al hombre "que puede aterrizar en la Luna, como leer el cielo".
En el Foro 16: Las religiones en Asia y la búsqueda de la paz
